La decana del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), Maria Eugènia Gay, defiende que la aplicación del artículo 155 era "inevitable" ante la "deriva incontrolable" que vivió Catalunya y destaca la "calidad excepcional "de la justicia española, enfrente de un poder político incapaz de dialogar en un "momento histórico".
En una entrevista con Efe, la decana entra en el debate sobre el procés, cuando cumple dos años al frente del Colegio de la Abogacía de Barcelona, cargo al cual accedió liderando una lista plural: sin ir más lejos, dos de sus miembros -Jordi Pina y Olga Arderiu- han defendido presos políticos en el Tribunal Supremo.
Gay, que después del 1-O lideró una comisión para el diálogo que evitara el choque de trenes entre los gobiernos español y catalán, considera que la activación del artículo 155, "estrictamente" para convocar elecciones, era una "última medida" que no se podía evitar, en un momento en qué Catalunya" cogió una deriva incontrolable".
Según la opinión de la decana, en el procés independentista, el Estado, que es "fuerte", ha actuado para "poner las cosas en su sitio con las reglas democráticas": por una parte hay presos políticos, pero de la otra el Gobierno que activó el 155 fue expulsado con la moción de censura de Pedro Sánchez.
Gay, en cualquier caso, es crítica con el hecho de que se dictara prisión preventiva para los líderes del procés, dado que se trata de una medida "excepcional" que sólo se tiene que adoptar cuando no haya ninguna otra que evite que el investigado pueda destruir pruebas, siga delinquiendo o intente huir, riesgos que tienen que ser acreditados y no serse basados en meras apreciaciones".
Eugènia Gay subraya la "calidad excepcional" del poder judicial en España y la "normalidad" con que según su opinión se ha desarrollado el juicio en el procés en el Tribunal Supremo, por lo cual encuentra una "irresponsabilidad" que algunos sectores políticos denuncien la falta de independencia o las faltas democráticas de la justicia española.
La política no ha podido superar un momento histórico
Delante del papel de la justicia -y del presidente del tribunal del Procés, Manuel Marchena, que ha manejado la vista de una manera "muy didáctica"-, Gay ha criticado el poder político por no ser "capaz de superar un momento histórico" para España, mediante cesiones y renuncias a "egoísmos propios" que permitan llegar a pactos. "Este diálogo parece haber desaparecido de la sociedad en estos momentos y trasladar estas carencias al poder judicial me parece grave", ha opinado Gay, que es partidaria de "abrir debates que quizás se podrían entender cerrados, como el Estado de las autonomías o la financiación y la redistribución del territorio".
Para la decana del ICAB, este independentismo no surgió "de la noche a la mañana" sino que fue fruto de un cierto "abandono" de Catalunya por parte del Gobierno, después de unos años en que la comunidad catalana "no ha estado tenida en consideración como se merecía".
Eso "ha ido generando un" sentimiento de protección del territorio y de defensa de la identidad propia, de la identidad y de la dignidad," según Maria Eugènia Gay, que considera" muy importante que el Gobierno central sea consciente de que una comunidad autónoma no se puede abandonar. Se tiene que ir, se tiene que visitar, se tiene que desplegar toda la eficacia del Estado", insiste.
La decana admite que en el ICAB existe la misma "división" que a la sociedad catalana sobre la cuestión territorial, de manera que la institución optó por mantenerse "neutral y no posicionar políticamente" ante el asunto, lo que según su opinión "ha sido aceptado por la mayoría de colegiados y colegiadas".
"Yo creo que los compañeros lo han entendido y lo han compartido y aprobado. ¿Qué ha sido lo que quizás a mí me ha producido más satisfacción? Que la abogacía de Barcelona ha considerado que hemos tenido un comportamiento adecuado a la situación y así nos lo trasladan ", ha celebrado.