Decenas de miles de personas han salido a las calles de Barcelona este domingo para mostrar su rechazo a la detención del president Carles Puigdemont. La convocatoria principal ha sido la de la Assemblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural, que se han dirigido desde la sede de la Comisión Europea en Barcelona, en el paseo de Gràcia, hasta el consulado alemán, a la Vila Olímpica. En repetidas ocasiones de han escuchados gritos a favor de investir a Puigdemont.
Pero esta no ha sido la única convocatoria. Miles de personas, convocadas por los CDR y otras entidades, se han vuelto a reunir en los alrededores de la Delegación del Gobierno español en Catalunya, fortificada por un enorme despliegue de agentes de la BRIMO de los Mossos d'Esquadra. Como el pasado viernes, se han vivido momentos de tensión y cargas policiales que han dejado al menos una treintena de lesionados y tres detenidos.
La multitud se ha congregado delante de la oficina de la Comisión Europea en Barcelona, a la altura del Paseo de Gracia con Provenza, con la intención de hacer una marcha hasta el consulado alemán, situado en la torre Mapfre de la Vila Olímpica, mientras que en paralelo los Comités de Defensa de la República han hecho un llamamiento a la "desobediencia civil". La marcha, sin embargo, se ha desviado para pasar por delante de la delegación del Gobierno español.
Por su parte, la otra concentración, convocada por los CDR ha empezado en la rambla de Canaletes bajo los gritos de "Libertad presos políticos", "Es Puigdemont, nuestro presidente" y "Esta Europa es una vergüenza". Esta marcha ha enfilado el paseo de Gracia en dirección a la oficina de la CE, donde se ha juntado con la concentración convocada por la ANC, pero después se ha quedado ante la Delegación del Gobierno español.
Un amplio despliegue policial, con efectivos de los Mossos y la Guardia Urbana de Barcelona, está custodiando las manifestaciones y ha hecho cortes puntuales de tráfico en la Rambla, a la calle Pelai, la Gran Vía y el paseo de Gracia.
Cargas policiales
En las calles que rodean la delegación del gobierno español en Barcelona ha habido cargas policiales. Según los Mossos d'Esquadra, "se han vivido momentos de tensión" y "algún empuje" para evitar que los manifestantes superen el cordón de seguridad, que han destacado que no se ha sobrepasado. Los concentrados han tirado objetos a los agentes, como huevos o botellas de plástico. El resultado de la actuación policial, según los datos del Servicio de Emergencias Médicas, ha sido de al menos una treintena de manifestantes heridos.
Algunos de los protestantes han arrastrado "contenedores de basura y han tirado pintura, huevos, botellas de vidrio y espray antipersona contra los agentes". Por motivos de seguridad advierten a las personas que no intenten ir más allá de la línea marcada por el dispositivo de seguridad. El SEM ha informado de que ha enviado "cinco unidades terrestres extraordinarias en el centro de Barcelona".
El viernes los Mossos d'Esquadra ya protegieron las calles adyacentes a la Delegación del Gobierno en Barcelona cuando miles de personas salieron a la calle contra los encarcelamientos dictados por el juez Llarena. A causa de las cargas policiales del viernes resultaron heridas 35 personas y dos más de gravedad.