La candidatura de Ramón Tamames a la moción de censura de Vox, la segunda de esta legislatura contra Pedro Sánchez, no ha quedado exenta de polémica tanto por la edad del economista como por sus orígenes políticos en el Partido Comunista Español y como cofundador de Izquierda Unida. Desde el partido de ultraderecha aseguran que es el candidato idóneo y que puede generar consensos, aunque la moción está condenada al fracaso. Los de Santiago Abascal se han resignado a aceptar que tienen más diferencias que puntos con común con Tamames, entre las cuales hay temas fundamentales para la formación como son el aborto, el feminismo o el modelo autonómico, que el economista ha asegurado que quedarán fuera de su discurso, en el Congreso. Con todo, sin embargo, uno de los otros grandes pilares que sostiene Vox es su odio y rechazo al independentismo, mientras que la posición de Tamames, al menos durante el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre del 2017, era prácticamente opuesta a la de los ultras. Según ha publicado el diario El Mundo, recogiendo un artículo de Arcadi Espada, en 2017 el ahora candidato de Vox apostaba por el reconocimiento de la nación catalana como una forma de intentar resolver el conflicto entre Catalunya y España, que en aquel momento estaba en su punto más álgido.
Este fue el término que utilizó Tamames en una carta dirigida a Artur Mas el 3 de octubre, dos días después del referéndum y coincidiendo con la jornada de huelga general y del polémico discurso del rey Felipe VI, tal como él mismo reconoció en la reedición del 2018 de su libro sobre la independencia ¿Adónde vas, Cataluña?, publicado por primera vez el 2014. Según explicaba entonces, se enviaba cartas regularmente con Mas, pero también con Mariano Rajoy, que en aquel momento era presidente del Gobierno. Una de sus propuestas del programa político que pensó para encontrar una solución al conflicto con Catalunya fue trasladar el Senado a Barcelona, una opción que se ha planteado en más de una ocasión, pero que nunca se ha acabado materializando. También la creación de un ministerio de Asuntos Territoriales, con sede en Barcelona. Incluso proponía una Agencia Tributaria Federal, y limitar al 4% los límites de la solidaridad interregional. Todo va en contra de lo que defienden la mayoría de partidos españoles, pero especialmente Vox, que basa su programa a suprimir el estado de las autonomías, convirtiéndolo en un estado de derecho unitario, para, supuestamente, promover la igualdad y la solidaridad, en lugar de los privilegios y la división. Antes, se habrían devuelto al estado competencias que ahora recaen en los parlamentos autonómicos, como son Educación. Sanidad o Justicia.
Una posición totalmente diferente de la de Vox
Tamames hablaba a Artur Mas en sus cartas del que definia como "Gran Ocasión". Así, según él, después del referéndum de autodeterminación era el momento adecuado para plantear un posible acuerdo y "frenar la evolución perversa que después podríamos lamentar todos". "La posibilidad de que planteo, si se puede hacer, y ya sé que es muy difícil, sería saludada por todo el mundo como la Gran Ocasión. Y sin perjuicios, ni falsas premisas, no sería tan difícil reconsiderar el nuevo estatus de Catalunya, e incluso el nuevo nombre de la comunidad como Nación Catalana", una propuesta inspirada en los nombres del Principado de Asturias, la Comunidad Foral de Navarra o el País Vasco.
Esta era la posición de Tamames hace poco más de cinco años y que trasladó a Artur Mas. En aquel momento, Vox no tenía representación en el Congreso, pero los miembros del partido ya se oponían de lleno a la independencia de Catalunya. Por ejemplo, una de sus actuales líderes, Rocío Monasterio, boicoteaba actos del president Carles Puigdemont. El economista y Vox habrían pactado que los temas que los diferencian no aparezcan a su discurso en el Congreso de los Diputados, aunque el exlíder del PCE insistía la semana pasada en que Abascal le había dado "absoluta libertad" por redactarlo, sin vetar nada, cuando le preguntaron por si Abascal le había pedido que no hablas de feminismo, aborto y modelo autonómico.