La decisión de la CUP de no dar apoyo a una investidura de Jordi Sànchez como presidente de la Generalitat, deja empantanado el Parlament, números en mano.
JxCat y ERC suman 66 escaños si contamos Carles Puigdemont y Toni Comín, que están exiliados en Bélgica y no pueden asistir a los plenos ni delegar el voto. El bloque unionista más los comunes suma 65 escaños, que serán los mayoritarios si Puigdemont y Comín tal como se prevé no pueden votar. Los 4 diputados de la CUP acaban de conformar la mayoría independentista, pero sucede todo lo contrario si todos ellos se abstienen.
Por lo tanto, para desbloquear la investidura, la única opción si la CUP no varía de criterio sería hipotéticamente que los dos diputados exiliados en Bélgica renunciaran a su escaño con el fin de que Sànchez pudiera llegar a presidir a la Generalitat. Una renuncia del todo remota.