Los dos mandos que han declarado hoy en la Ciutat de la Justícia acusados de las cargas del 1-O, un inspector y un subinspector que supervisaron parte del operativo en la escuela Mediterrànea, las Escoles Pies Sant Antoni y el instituto Pau Claris, han negado que hubiera órdenes explícitas para cargar. También han dicho al juez que no vieron ninguna actuación desmesurada.

El inspector, en la foto de la portada, con mangas de camisa, que pertenece a una de las comandancias de Madrid, ha explicado que él sólo dio una instrucción previa que si no podían realizar lo que les habían encomendado, cargaran. También ha explicado que no les hacía falta ninguna orden específica para sacar la porra y que los manifestantes tenían una "actitud hostil".

No había órdenes concretas. Eso es lo que han declarado los dos mandos investigados. Sólo tenían una directriz: que tenían que requisar el material y que lo tenían que hacer rápido. Y eso es lo que supuestamente habría comportado que entraran en las escuelas por la fuerza.

Admiten reuniones previas entre los inspectores donde la premisa era que había que actuar con celeridad.

Los dos mandos han declarado que no vieron ninguna situación irregular, que es posible utilizar la porra vertical contra la cara. La declaración textual ha sido: "Dependiendo del nivel de acometividad se puede golpear en la cara".

También han admitido que no se hizo el aviso de carga porque no tenían megáfono.

¿Quién daba las órdenes?

Pues todavía no se sabe. Ninguno de los dos mandos ha querido concretar a quién daba las órdenes. Sólo han explicado por primera vez que había una "jefatura de unidad de intervención" que daba órdenes por radio. Pero no han identificado a quién daba las órdenes exactamente.

Ellos recibían sobre el terreno las órdenes por radio de un funcionario que les trasladaba las órdenes "de la superioridad". Tampoco han concretado quién es esta superioridad. De hecho, no existen grabaciones de las conversaciones policiales, por lo tanto, hay una especie de corte que blinda a los mandos superiores.

La escuela Mediterrània

Sobre el golpe de porra a la cabeza de una mujer que ocurrió en el colegio Mediterrània, el inspector ha llegado a cuestionar que fuera sangre. Se ha referido a "presunta sangre" o "puede ser pintura roja".

El subinspector, que ha declarado el primero, y que ha venido expresamente de Sevilla, ha dicho que cumplían órdenes pero que nadie les ordenó explícitamente cargar. Ha explicado que la orden era requisar urnas y que tenían que entrar en los locales en formación y que no tenían orden de cómo intervenir exactamente.

El subinspector, en la foto con americana azul, no ha dado muchos detalles sobre quiénes son sus jefes, sólo se ha referido al cabeza de grupo y al coordinador de núcleo.

El policía ha declarado acusado de dar un golpe de porra en la cabeza a una votante de la escuela Mediterrània. No se ha reconocido en las imágenes de esta carga y además ha explicado que el CNP no tiene normalidad para utilizar la porra. Los protocolos policiales determinan que los golpes no pueden ser nunca de cintura hacia arriba y que esta prohibido golpear en la cabeza.

Institut Pau Claris

Donde sí que se ha reconocido el subinspector ha sido en las imágenes de la escalera del instituto Pau Claris. Se ve claramente cómo lanza a una mujer, pero el subinspector ha explicado al juez que se cayó a causa de la fuerza y la inercia que hizo cuando él intentó levantarla del suelo. También ha negado tocamientos en los pechos.

Los policías han respondido sólo a las preguntas del juez y el fiscal.