Un trámite ordinario como es la publicación del real decreto de cese del president de la Generalitat, firmado por el rey Felipe VI, se ha acabado convirtiendo en una de las claves de la inhabilitación del president Quim Torra. El Gobierno de Pedro Sánchez ha optado por ahorrarse la publicación -y firma- del cese de Torra en el BOE, por lo cual será el Govern de la Generalitat quien mañana publicará el decreto de sustitución del president en el DOGC con el fin de activar el reloj para la convocatoria electoral.
El Govern extraordinario se ha convocado para las nueve de la mañana para aprobar el decreto por el cual el vicepresidente, Pere Aragonès, asumirá las funciones como sustituto del president, según ha podido saber ElNacional.cat. El Govern aprobará la decisión después de que el TSJC notificó ayer al vicepresident la inhabilitación de Torra a fin de que pusiera en marcha los mecanismos de sustitución.
Cese sin BOE
El ejecutivo ha convocado la reunión después de constatar de buena mañana que el BOE no publicaba el cese del president, como se hace habitualmente, por lo cual se ha enviado un escrito a gobierno de Pedro Sánchez reclamando información sobre las previsiones en relación a esta publicación.
Lo que en un primer momento aparecía como un retraso técnico, que fuentes de la Moncloa atribuían a la falta de la firma del monarca, se ha revelado como alguna cosa más a partir del momento en que la ministra portavoz, María Jesús Montero, ha admitido que los servicios jurídicos estudiaban si el gobierno se podían ahorrar la publicación.
La ministro portavoz, Maria Jesús Montero
Marcar distancias con el Supremo
Este escaso interés del gobierno Sánchez por firmar el decreto de cese del primer presidente inhabilitado por haber colgado una pancarta en el balcón de la Generalitat se ha interpretado inmediatamente como un intento de marcar distancias con la decisión del Supremo. Especialmente, teniendo en cuenta que el próximo martes el Tribunal Constitucional se tendrá que pronunciar sobre el recurso que ha presentado hoy el abogado de Torra, Gonzalo Boye.
El Gobierno, según este versión, intentaría desmarcarse de una decisión polémica, que en el futuro acabará siendo dilucidada por los tribunales europeos. Para acabar de remacharlo la Abogacía del Estado ha concluido esta tarde que no es necesario publicar en el BOE el decreto de cese.
Trámite ordinario
El informe elaborado la semana pasada por el Gabinete Jurídico de la Generalitat deja claro que "con carácter ordinario" corresponde al Rey el cese del president mediante un real decreto que aparece publicado en el BOE. Según los abogados de la Generalitat, además, en el caso de la inhabilitación de Quim Torra y por "razones de seguridad jurídica" esta publicación se convertía en una actuación especialmente relevante.
En términos similares se expresan los letrados del Parlament que aseguran en su informe sobre la inhabilitación del president que "ordinariamente corresponde al jefe del Estado el nombramiento y cese del president de la Generalitat".
Comunicación del secretario de Govern
No obstante, los letrados ya admitían que "al tratarse de un asunto relativo a la autogobernación de la Generalitat, no es obstáculo para que la sustitución opere por ministerio de la ley, ya que no hay ninguna otra autoridad interna que pueda hacer el nombramiento del sustituto." Por lo tanto, la valoración de los servicios jurídicos del Parlamento tampoco considera imprescindible el decreto.
Según el informe del Parlament, el calendario para la designación del nuevo president se activa a partir de la publicación del cese o bien "de la comunicación de esta circunstancia por parte del secretario de Govern". A partir de este momento se iniciaría el plazo de 10 días hábiles para que el presidente del Parlament haga las consultas con los representantes de los partidos. Finalmente, será la publicación del decreto de sustitución del president lo que activará el reloj.
El Parlamento no ha activado el reloj para la sustitución de Torra a la espera del decreto / Sergi Alcàzar
Tercer traspié en el BOE
El hecho, sin embargo, es que siempre se había publicado en el BOE el decreto de cese del president de la Generalitat. Excepto la XII legislatura, cuando estaba vigente el artículo 155 de la Constitución que fulminó el gobierno de Carles Puigdemont.
También en la anterior legislatura, el BOE se convirtió en noticia, cuando con el cese de Artur Mas, después de la tensión con el gobierno de Mariano Rajoy a raíz de la convocatoria del 9-N, no se agradeció al presidente los servicios prestado, tal como aparece en la fórmula habitual.