El Defensor del Pueblo abrirá una investigación sobre el caso de espionaje además de 60 independentistas, conegut com el CatalanGate, por medio de la herramienta de software Pegasus, ha informado este domingo en Efe esta institución.
La oficina del Defensor "está analizando las informaciones sobre una eventual utilización inadecuada de las herramientas de software Pegasus que hayan podido poner en riesgo el ejercicio de derechos fundamentales, en particular los relacionados con el derecho a la privacidad", ha explicado la fuente.
La institución, que actúa en calidad de alto comisionado de las Cortes Generales para la defensa de los derechos constitucionales "recaudará los datos precisos para abrir una actuación de oficio con el fin de contribuir al buen funcionamiento institucional y velar por el respeto de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución", ha indicado.
La decisión del Defensor del Pueblo se ha dado a conocer mientras el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la consellera de la Presidencia, Laura Vilagrà, se reunían en el Palau de la Generalitat para tratar de rebajar la tensión por esta denuncia de espionaje.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ha expresado su "total satisfacción" ante la decisión del Defensor del Pueblo de abrir una investigación sobre el CatalanGate, ya que asegura que confirmará que el Centro Nacional Inteligencia ( CNI) ha actuado conforme a la ley.
Reunión Vilagrà-Bolaños
Al final de la reunión, Bolaños y Vilagrà comparecerán ante los medios de comunicación, por separado, para dar explicaciones de los asuntos tratados. Según fuentes del gobierno central, es "muy importante" seguir manteniendo la misma voluntad de diálogo que se ha ido practicando hasta ahora con el Govern desde que Sánchez es presidente.
Fuentes de la Generalitat señalan que en el encuentro Vilagrà reclamará "explicaciones claras" sobre el caso e insistirá en que hay que asumir responsabilidades. La reunión entre Bolaños y Vilagrà, según las mismas fuentes, "no sustituye" la conversación que Aragonès espera mantener en los próximos días con Sánchez.
Una reunión que no ha sido una reunión normal. Según se ha podido saber, ha empezado unos 40 minutos tarde y ya hace unas dos horas que están reunidos. Solo entrar en el despacho, han dejado los móviles en la entrada. La estética no ha sido tampoco la habitual de las reuniones entre gobiernos. Escenográficamente hablando, se han reunido en una mesa más bien larga y en una sala fría. Lo que se quiere en esta reunión es que se investigue el caso de espionaje y se depuren responsabilidades.