A Dolores Delgado le ha tocado hacer balance de la tarea de la Fiscalía española durante el año 2019. Gran parte del protagonismo lo tuvo el juicio a los presos políticos catalanes, y la fiscal general del Estado lo ha tenido que abordar. Ha pasado de puntillas, pero la exministra de Pedro Sánchez ha cerrado filas con la judicatura española. El proceso judicial del procés, ha defendido, fue un ejemplo de "normalidad institucional" y aplicación de la "legalidad". Ha subrayado que contaron con todas las garantías y que la vista oral fue retransmitida íntegramente por streaming.
Delgado ha presentar la memoria del 2019 en el acto solemne de apertura del año judicial, presidido como marca el protocolo por el rey Felipe VI. El monarca sólo ha intervenido para moderar el acto, sin pronunciar ningún discurso. El exdirigente socialista ha remarcado que el juicio contó con "la garantía de la publicidad reforzada" por su retransmisión. No ha hecho ningún objeción a la sentencia que condenó por delito de sedición y por un delito agravado de malversación de caudales públicos.
En este sentido, y para concluir la referencia al juicio del procés, la fiscal general del Estado ha subrayado que "culmina así un proceso penal de especial trascendencia a todos los niveles, donde los diferentes operadores jurídicos implicados han dado ejemplo de normalidad institucional y compromiso con el deber y la legalidad", ha concluido.
Delgado ha centrado parte de su discurso en el coronavirus y sus consecuencias. "Los familiares y amigos de los muertos fueron los primeros en ofrecernos un testimonio de valentía y de dignidad, pero no han sido los únicos. La ciudadanía española ha sido un ejemplo, a pesar de las dificultades", ha sostenido. Ha subrayado que durante el confinamiento y la desescalada "los fiscales han seguido cumpliendo con su deber, acudiendo cuando era preciso a los servicios de guardia o teletrabajando desde su casa."
El Rey con el padre huido
Unas decenas de personas se han acercado este mediodía ante el Tribunal Supremo para lanzar vivas al Rey desde la distancia. Felipe VI, como marca el protocolo, era el encargado de presidir el acto de apertura del año judicial, a pesar de no pronunciar ningún discurso. Son los fiscales del mismo Tribunal Supremo los que mantienen una investigación abierta para delimitar las actividades ilícitas de su padre, Joan Carles I, y si se ven o no protegidas por la inmunidad cuando era jefe de Estado. El rey emérito no se encontraba hoy al Supremo, sino a miles de kilómetros de distancia, en los Emiratos Árabes Unidos, donde ha huido.