La ministra de Justicia española, Dolores Delgado, ha plantado hoy un homenaje de la Generalitat a los deportados republicanos durante el nazismo porque el Gobierno ha recordado a los presos políticos, encarcelados por la organización del referéndum de autoeterminació del 1 de octubre.

La ministra, que participa en los actos internacionales de recuerdo a las más de 8.000 víctimas españolas del nazismo, ha abandonado el acto cuando la directora general de Memoria Democrática de la Generalitat, Gemma Domènech, ha citado a los presos políticos al recordar que la placa de homenaje fue puesta hace dos años por el entonces conseller de Asuntos exteriores de la Generalitat, Raül Romeva.

Efe

La ministra ha depositado pocos minutos después un ramo de flores delante de otra placa de recuerdo a los españoles que murieron en Mauthausen. "Eso es para todos los españoles", ha dicho Delgado, que ha vuelto después a la placa de la Generalitat para depositar un ramo de flores.

Delgado critica la "expresión de exclusión" de la Generalitat

Además, Delgado, ha criticado las palabras de la Generalitat asegurando que "cualquier actuación o expresión de exclusión choca frontalmente con los valores que surgieron de este campo de exterminio, con los miles de españoles que murieron aquí en unas condiciones brutales simplemente por ser luchadores y defensores de la democracia y la libertad", ha declarado Delgado a los periodistas.

Delgado también ha recordado que las víctimas españolas del nazismo lo fueron por sus ideas de libertad y democracia, unos valores comunes a todos ellos más allá de su procedencia. "Tiene que prevalecer que nuestros compatriotas, todos ellos, de cualquier región, de cualquier comunidad autónoma, compartieron aquellos valores que hoy queremos homenajear, dignificar y respetar", ha subrayado.

La placa de Catalunya, inaugurada por Romeva

Hace justo dos años, el conseller de Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva, ahora encarcelado, inauguró una placa de memoria al Holocausto al campo de concentración de Mauthausen, con la voluntad de que fuera un manifiesto sobre qué significó el nazismo para los catalanes y catalanas", subrayando "el vínculo" entre el Holocausto y la Guerra Civil, pero también poner de relevo "la globalidad de esta lacra", según explicó el mismo Romeva en aquel momento.

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De hecho, el texto de la placa, "Todo el dolor de un pueblo", escrito en catalán castellano, alemán y hebreo, hace referencia "al deber global" de reivindicar la memoria histórica, puesto que "solo con una memoria histórica compartida y divulgada" se podrá evitar que "los fantasmas del pasado se repitan", explicó Romeva.