Los Mossos d'Esquadra han denunciado a 12 personas contrarias a la okupación de las fincas de la Bonanova en Barcelona por desobediencia. Según han informado fuentes policiales, en torno a las cinco de la madrugada, grupos de jóvenes se fueron acercando a los edificios okupados, desobedeciendo las indicaciones policiales. Por todo ello, acabaron denunciados. Durante toda la noche la policía mantuvo un dispositivo de seguridad y orden público en la zona sin ningún incidente importante. Las protestas a favor y en contra de las fincas okupadas acabaron sin ningún disturbio relevante. La manifestación convocada por Desokupa agrupó a unas 500 personas, mientras que la marcha en apoyo al colectivo reunió a unas 600, según fuentes de la Guardia Urbana.
En todo momento la policía mantuvo un cordón que separó las dos protestas. La última abandonó el lugar de los hechos y a su paso un grupo reducido de manifestantes rompió algunos escaparates mediante el lanzamiento de piedras y objetos contundentes. Por otra parte, un grupo se enfrentó contra algunos agentes y se produjeron algunas cargas aisladas cuando los manifestantes han querido cambiar el recorrido de la marcha. Finalmente, la policía ha confirmado que sigue manteniendo la presencia fija uniformada en la zona con el objetivo de garantizar la seguridad de los vecinos, mantener el orden público y evitar posibles incidencias.
Las casas okupas de Sarrià
El Kubo y la Ruïna no son dos centros históricos de la lucha antisistema de la ciudad de Barcelona. Una estuvo ocupada el año 2016 y la otra el año 2019. A pesar de tener poca actividad y pocos okupas -antes del estallido de la problemática solo vivían una veintena de personas-, el enfrentamiento con los vecinos y la participación de Desokupa, que los okupas vinculan con la extrema derecha, ha hecho reavivar el movimiento y ahora cuentan con una red de apoyo que supera los límites de este barrio de la ciudad de Barcelona.
Cerca de 400 agentes de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana desplegaron este jueves un dispositivo de máxima seguridad en la plaza Bonanova de Barcelona, ante las dos protestas convocadas por Desokupa y los colectivos que dan apoyo a los habitantes de La Ruïna y El Kubo. Los agentes cerraron el acceso a la plaza para evitar que las dos manifestaciones de sentido contrario convergieran. Algunos comercios bajaron la persiana antes del horario previsto ante los posibles disturbios. A pesar de eso los manifestantes que daban apoyo a los okupas hicieron destrozos en 11 establecimientos cuando volvían hacia Gràcia. Todo, después de que en las últimas semanas se haya producido un deterioro de la convivencia entre los partidarios y los detractores del movimiento okupa que desde hace años residen en estos dos inmuebles.