El divorcio entre el PP y Vox es ha materializado en los gobiernos autonómicos y genera una crisis interna en el partido liderado por Santiago Abascal. Las disidencias dentro del partido están abiertas y son públicas y no pasan desapercibidas para sus votantes. En una encuesta realizada por NC Report para La Razón, el 60% de los votantes de Vox consideran que la formación puede desaparecer como Ciudadanos.
No solo los votantes de Vox tienen la percepción de que el partido de Abascal puede tener los días contados, también lo piensan el 58% de los encuestados, al margen del partido que votan. A pesar de coincidir en la predicción de la desaparición del partido, los votantes de Vox y el resto de encuestados tienen discrepancias en otros aspectos de esta crisis. Por ejemplo, una abrumadora mayoría de los participantes en el sondeo considera que este divorcio le pasará factura a Vox, el 83%. Sin embargo, esta cifra se desploma al 53% entre los votantes de la extrema derecha.
Preguntados sobre si Santiago Abascal se ha equivocado con esta ruptura, la mayoría de los encuestados consideran que sí, el 72%, pero la mitad de los votantes de Vox opinan que no ha cometido ningún error. Sin embargo, todos los votantes, incluso los de Vox, consideran que la migración ha sido una excusa de Abascal para romper con Vox. Concretamente, lo considera el 74% de los encuestados, el 63% de los votantes de la extrema derecha.
Abascal insiste
El líder de Vox ha exigido al PP un plan de deportaciones para los inmigrantes ilegales, incluidos los menores de edad, si quiere su apoyo después de que esta semana haya decidido salir de los gobiernos autonómicos. “Exigiremos un plan de deportaciones para que los niños vuelvan con sus padres, para que los ilegales vuelvan a sus países; y exigiremos que la inmigración en España empiece a ser regulada y ordenada”, ha sostenido el Abascal.
A propósito de su relación con el líder del PP, Abascal la ha calificado de “gélida” y lo ha acusado de haber ido “de tapadillo” y haber boicoteado los resultados que emergieron de las elecciones autonómicas y municipales celebradas la primavera del pasado año. “Feijóo pretendía llegar a un acuerdo de tapadillo, que le diéramos los gobiernos, que fuéramos a las elecciones [generales del 23 de julio] en secreto y después ya llegábamos a un pacto [...] Yo todo lo que hago, lo hago a la vista del público; yo no negocio por debajo”, ha aseverado Abascal sobre los pactos alcanzados el año pasado para gobernar.