La moción que debatirá el Bundestag y que reclama una mediación de Alemania y la UE en el conflicto entre Catalunya y el Estado español, presentada por el partido de izquierdas Die Linke, ha sembrado el desconcierto en Madrid. Las instituciones se pasan unas a las otras la pelota para ver quién tiene que reaccionar contra el debate que se producirá en el Parlamento alemán.
Según informa el diario a El País, esta situación ha provocado que hasta ahora España no haya presentado ninguna reacción concreta. Apunta a que el Gobierno pidió hace días al Congreso que protestara por carta ante el Bundestag, con el argumento de que el caso catalán es un asunto interno, pero la mesa de la cámara baja, presidida por Ana Pastor, se ha negado a ello y ha argumentado que la competencia es del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Este, sin embargo, es candidato del PSOE a las europeas, y próximamente abandonará el cargo, de la misma manera que hará Ana Pastor, que será substituida previsiblemente por Meritxell Batet.
El toma y daca entre el Gobierno y el Congreso ha durado dos semanas, hasta el punto de que la carta ya estaba redactada, pero se ha quedado en un cajón.
El diario añade que al final será la responsable de España Global, la exdirigente de UPyD Irene Lozano, quien viajará la próxima semana a Berlín para mantener contactos con el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán y el Bundestag en un intento de contrarrestar la moción procatalana.
En medio de este enredo, la única gestión que ha hecho hasta ahora España es el envío hace unos días por parte del embajador en Alemania de una carta a la presidencia del Bundestag criticando la moción de Die Linke, que tiene el apoyo de las autoridades catalanas y de la presidencia en el exilio. "Me gustaría evitar que el Bundestag alemán actue en base a fake news o a medias verdades manipuladas, que lo que buscan es dañar la reputación de España y su condición de estado democrático y de derecho", decía la carta.
La misiva, sin embargo, hasta ahora no ha causado ningún efecto en el Bundestag, que ayer admitió a trámite la moción, para que entre en el debate en comisión.