La gestión económica de Vox está siendo cuestionada a partir de una oscura operación que ha servido para traspasar en febrero del año pasado dos millones de euros a la fundación del partido, Disenso, una plataforma que la organización de Santiago Abascal utiliza para aterrizar en la América Latina. Según publica este sábado el diario El País, Disenso se ha convertido en un instrumento de gran potencia para ganar peso en Latinoamérica. Este traspaso de fondos, según el rotativo madrileño, se habría hecho sin informar debidamente a los afiliados al partido.
Aunque la donación supondría un 20% del dinero que había en la caja del partido (10,2 millones de euros), en la asamblea anual que se hizo poco después de la operación no se informó. Asimismo, el movimiento tampoco constaba en las cuentas anuales del 2021, aprobadas por los afiliados de forma telemática. El País afirma que solo había una alusión discreta en el último párrafo, entre los objetivos para el 2022: "Consolidar el gasto en la promoción de principios y valores a través de la Fundación Disenso".
De acuerdo con los datos que aporta el diario, el superávit del partido en el 2021 fue de solo 187.679 euros, que contrasta con los 5,9 millones del año anterior. Cuatro meses después de la asamblea, en pleno verano, Vox colgó a su web los presupuestos del 2022, donde constaba una partida de gasto de 2,5 millones en calidad de "aportación a entidades vinculadas", sin especificar. Según El País, para saber de qué se trata los afiliados del partido tendrán que esperar a la asamblea anual del partido que está prevista para abril, que podría retrasarse a causa de la campaña electoral.
En menos de dos años, Vox ya habría entregado a Disenso la suma de 4,9 millones, incluyendo los dos millones ya mencionados. Las cuentas del partido y la fundación son fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas, pero tienen personalidad jurídica diferente. Aunque Abascal es presidente de Vox y también de Disenso, estatutariamente el presidente de Vox no tiene por qué ser el presidente de Disenso. O sea, Abascal preside Disenso a título particular y seguiría presidiéndolo aunque dejara de ser presidente del partido.
Abascal, blindado en la presidencia de la fundación
Vox, partido fundador de Disenso, nombró Abascal, su asesor, Kiko Méndez Monasterio y el eurodiputado Hermann Tertsch como patrones con carácter vitalicio. La composición del patronato y la renovación de la presidencia tampoco es del todo transparente, según El País. De hecho, los estatutos de la fundación no están disponibles en la página web. El diario explica que, una vez nombrados, son los miembros del patronato los que designan los nuevos patrones, escogen al presidente entre ellos y pueden reelegirse ellos mismos por tiempo indefinido. Abascal podría ser destituido como presidente de Vox y su sucesor no tendría forma de relevarlo al frente de Disenso si él no dimitiera.