La Guardia Civil ha detenido a un hombre en Valencia por publicar mensajes injuriosos en Twitter en contra de la Corona, del estado español, los tribunales y la policía española.
Odio contra las instituciones españolas
El arrestado, de unos sesenta años, es un hombre de Valencia que utilizaba un perfil anónimo en la red social, que hacía más de dos años que publicaba tuits con miles de mensajes que podrían constituir un delito de injurias en la Corona. También podría ser imputado por el delito de odio contra las instituciones del estado español.
Los agentes creen que estos mensajes podrían incitar al odio contra las instituciones españolas y también representar un delito contra el honor y la imagen de la Corona.
Más de un año para desenmascararlo
La investigación para conseguir descifrar la identidad real de la persona que se ocultaba bajo el perfil falso ha llevado más de un año de trabajo a la policía española, que este jueves informa de que la Sección de Información de la Zona de Valencia por fin consiguió identificar el sospitos
Según las declaraciones de la Guardia Civil en EFE, "En el transcurso de la investigación se han analizado más de 12.000 publicaciones realizadas por el detenido, algunas de ellas de contenido presuntamente enmarcado dentro del delito de injurias en la Corona", también aseguran que el sospechoso tenía activo el perfil "desde hace más de dos años".
Perseguir a los tuiteros
Albert Baiges, fue investigado por supuestas injurias en la Corona para publicar un mensaje contra el rey Felipe VI. La Audiencia Nacional lo citó a declarar por un tuit que realizó el 18 de marzo del 2020 en el marco de la campaña #CoronaCiao que pedía el fin de la monarquía.
Aquel día Borbón hizo una declaración pública a raíz del estado de alarma declarado y el confinamiento que decretó el Gobierno para evitar la propagación de la pandemia de coronavirus. "Serio. Cortémosle el cuello a este hijo de puta, estamos tardando", escribió entonces Baiges.
Libertad de expresión
El juzgado de lo penal número 1 de Reus absolvió a la tuitera de la misma ciudad que fue juzgada por|, supuestamente, injuriar y amenazar al magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, en un tuit. Por una parte, la jueza argumentó que la captura de pantalla que los Mossos d'Esquadra hicieron del mensaje, borrado posteriormente, no puede convertirse en prueba inculpatoria pasando por encima del derecho a la presunción de inocencia.
La sentencia, además, también dio la razón a la defensa en el fondo de la cuestión y descartó que el tuit pudiera ser considerado como una amenaza o como una injuria, en el contexto de un debate público y de crítica social en los cuales las restricciones a la libertad de expresión tienen que ser "mínimas", según la jurisprudencia.