El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha prodigado este lunes por Euskadi con una agenda repleta de actos en un momento en qué el PNV y EH Bildu negocian con el PSOE la investidura de Pedro Sánchez. Del contexto tampoco se puede desprender de que la dirección del PP vasco cambiará de manos en las próximas semanas para intentar hacer mella en el electorado conservador vasco, mientras Isabel Díaz Ayuso, desde Madrid, ha insistido en la ilegalización de la formación abertzale después de que Génova lo descartara durante las elecciones autonómicas y municipales del 28de mayo.

El plan de seducción de Feijóo ha arrancado este mediodía, en el marco de un congreso de empresa familiar que se celebra en Bilbao. Allí, el líder de los conservadores ha intentado contentar al empresariado vasco con siete propuestas para mejor el crecimiento económico, con una bajada de impuestos, entre otros. "Es evidente que España no va bien. Las señales se multiplican y, si alguna cosa sobra, es el triunfalismo económico oficial". Pero a raíz de la crítica que ha hecho del "triunfalismo" económico que, según su punto de vista, vende el gobierno central, Feijóo se ha pronunciado sobre la negociación política y la ha puesto en una misma balanza, alegando que el gobierno está más preocupado por la amnistía con Junts y ERC que por la situación de la economía.

"Se habla poco de garantizar las oportunidades entre los ciudadanos y se habla de una tal amnistía, que no sabemos si es una familiar o no, porque todos los días estamos hablando de ella... En lugar de empleo y rebajas fiscales, hablamos de autodeterminación". Con estas palabras el dirigente gallego ha llamado a la puerta del empresariado vasco, con el fin de seducir a un público que se acostumbra a alinear con el PNV.

Ahora bien, Feijóo se ha quitado el mono de economista y se ha puesto el de combatiente político esta tarde ante el memorable árbol de Gernika, que simboliza la libertad de los vascos, en el 44 aniversario de la aprobación del Estatuto de Euskadi. En este entorno, Feijóo ha hecho una defensa de la "autonomía" y ha negado la "convivencia" que predica Sánchez para justificar la amnistía si antes no se observan "gestos" del independentismo con los catalanes contrarios al procés, a los "que fueron señalados para rebelarse al procés". ¿"Alguien concibe que cualquier acto delictivo sea perdonado sin que quien lo haya cometido pedido perdón"?, se ha preguntado el gallego.

 

Ayuso obstaculiza el viaje de Feijóo

En el PP, el ataque contra EH Bildu le fue muy útil el 28 de mayo por la inclusión de exmiembros de ETA a las listas electorales de los abertzales y, una vez los independentistas vascos han garantizado el apoyo a la investidura de Sánchez, el líder del PP se ha quejado de la "ignomínia" que, según su opinión, supondría que Otegi "decida el futuro de España o gobierne la lehendakaritza". Ahora bien, en esta empresa, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que popularizó la campaña del "Que te vote Txapote", se empeña en gritar más fuerte y decirla más gorda, en representación del ala más dura del PP.

Según ha insistido este lunes por la mañana, Bildu tendría que ser ilegalizada como formación política y, en este sentido, defiende que el Tribunal Supremo se tendría que pronunciar al respecto. La madrileña lanzó la misma ofensiva antes de las elecciones del 28-M y chocó con la doctrina de la dirección de Génova, que defendió que no había suficientes argumentos para ilegalizar a Bildu. "Me pregunto si no tendríamos que instar una vez más a todos los resortes que tiene [el estado de Derecho] para hacer cosas correctamente, si hemos preguntado al Tribunal Supremo si esta organización política tendría que ser ilegalizada", ha remarcado. A la vez es un mensaje hacia la nueva dirección del PP vasco, que encabezará Javier Andrés como futuro candidato a lehendakari en sustitución de Carlos Iturgaiz. El PP es la cuarta fuerza en el Parlamento del País Vasco, donde pretenden atraer al votante desencantado del PNV.