El abogado Gonzalo Boye ha aclarado con un tuit la verdad sobre la filtración de los magistrados del Supremo publicada en la portada de hoy en el diario El Mundo, que habrían admitido que su sentencia "del 1-O está muerta en Europa, la batalla está perdida". Boye ha corregido al titular, dejando claro que la sentencia "en realidad murió en Schleswig-Holstein en junio del 2018... pero no lo han querido admitir hasta ahora". Su comentario hace referencia a la sentencia alemana que dejó en libertad al presidente en el exilio, Carles Puigdemont, y sin fundamentos la petición de extradición del Supremo, porque no hubo violencia.
La batalla está perdida
En el tuit, Boye hace referencia a la primera sentencia internacional para el 1-O, la de la Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein, en el norte de Alemania, que descartó el delito de rebelión en la petición de extradición en España del presidente Carles Puigdemont, que fue detenido, encarcelado y puesto en libertad. De manera que, según el principio non bis in idem, el Estado español ya no puede pedir la extradición del presidente en el exilio por estos delitos. Según el abogado, el Supremo sabía de sobra que la persecución contra los líderes independentistas no tiene fundamentos legales, "pero no lo han querido admitir hasta ahora", que se ha filtrado la resignación de los magistrados ante Estrasburgo.
La sentencia está muerta
Este domingo, una portada llama la atención sobre el resto en el quiosco: la del El Mundo, el primer diario de la derecha española que admite la previsible derrota a Europa. "Nuestra sentencia del 1-O está muerta en Europa, la batalla está perdida". Este es el titular en cuatro columnas de la portada, que explica cómo 'Magistrados del Supremo dan por hecha la derrota en Estrasburgo por los reveses de las euroórdenes, los votos particulares del Constitucional, el anuncio de reforma del delito de sedición y los indultos'.
El medio, que cita fuentes del Supremo no identificadas, considera que los últimos pasos en torno a la sentencia del 1-O, incluido el demoledor informe del Consejo de Europa, hace que la sentencia contra el procés tenga "los minutos contados" y por lo tanto asume que la victoria es cada vez más próxima por las demandas independentistas.
Schleswig-Holstein
En el 2018, el Tribunal alemán de Schleswig-Holstein declaró inadmisible la extradición del presidente Puigdemont bajo el cargo de rebelión. Las acciones atribuidas al expresidente catalán no constituían ni el delito alemán de alta traición (art. 81 del Código Penal) ni el de alteración del orden público (art. 125 del Código Penal). La magnitud de la violencia, tal como se prevé en la regulación del alta traición, no se produjo en los enfrentamientos en España. Se ha descartado la responsabilidad penal por ruptura de la paz porque en Puigdemont solo lo preocupaba la celebración del referéndum. No era un "líder espiritual" de una violencia.
El referéndum del 1 de octubre del 2017 en sí mismo no provocó este nivel de violencia por la misma razón que no fue capaz de conducir directamente a la separación de España y, según la voluntad del perseguido Puigdemont, solo pretendía ser el preludio de futuras negociaciones. Los violentos enfrentamientos entre quien estaban dispuestos a votar y la Guardia Civil o el Cuerpo Nacional de Policía, en particular delante de varios colegios electorales, no habrían alcanzado un grado que hubiera amenazado gravemente el orden constitucional español.
En la medida en que el Fiscal General y el poder judicial español se habían basado en la orden dada a la policía regional (Mossos d'Esquadra), que está subordinada a la Generalitat de Catalunya, para "garantizar" la celebración del referéndum, el Tribunal tampoco vio motivos para actos de violencia contra las fuerzas del Gobierno central.