La lluvia da una tregua a la Diada. La mañana ha empezado con chaparrones intensos que han estado presentes durante la ofrenda en el monumento a Rafael Casanova. Al cabo de un rato, sin embargo, el sol ha tomado protagonismo y ha hecho acto de presencia.
Tan pronto como ha parado de llover, los paradistas del paseo Lluís Companys y los del Espacio Òmnium se han apresurado a prepararlo todo para que centenares de personas se pudieran acercar.
Ambiente festivo, actividades infantiles, comida, cerveza artesana, diferentes entidades y todo tipo de camisetas, objetos y productos de la tierra han llenado el paseo.