A las 9 horas, y bajo la lluvia, han empezado las tradicionales ofrendas florales al monumento a Rafael Casanova, en Barcelona. El primer turno ha sido para los Mossos d'Esquadra, Bombers y Guardia Urbana, que se han acercado al monumento antes de las 9 de la mañana. Posteriormente, ha sido el turno del Govern. Los consellers y el president de la Generalitat, Quim Torra, han depositado la corona de flores.
Ha sido justo en aquel momento, cuando sonaban "Els segadors", que también ha empezado a escucharse la "Marcha real", el himno de España, que se emitía desde una ventana de un edificio situado en la calle Bailèn.
La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha criticado el acto "incívico" de intentar boicotear la ofrenda. "La Diada se tiene que vivir desde el respeto a todas las sensibilidades", ha añadido. Budó ha subrayado que el 11-S vuelve a ser una jornada "lejos de la normalidad" al haber "presos políticos y exiliados", y a las puertas de la sentencia para el 1-O.
Por otro lado, Budó ha dicho que en esta Diada se trata de pedir y reclamar "el derecho a la democracia y a la libertad". Así, la consellera de Presidència ha hecho un llamamiento a salir "masivamente y cívicamente" para celebrar la Diada.
Después del Govern, quien ha hecho la ofrenda ha sido el presidente del Parlament, Roger Torrent, acompañado de miembros de la Mesa.
También se han acercado entidades deportivas como el Barça o el Espanyol, y otros representantes de los partidos, entidades y sindicatos.
Por otra parte, Cs y PP no se han dejado ver. Ambas formaciones ya anunciaron que no participarían en los actos de la Diada.
Quien sí que ha aparecido, protagonizando uno de los momentos de la ofrenda, ha sido el líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Josep Bou, que se ha acercado solo y ha asegurado que lo hacía para liberar a Casanova.
"Hago esto para honrar a un patriota español que durante 30 años ha sido secuestrado por el nacionalismo", ha expuesto ante los medios de comunicación. "Este año estoy yo solo, el año que viene seremos más".