Las jornadas de tensión entre ERC y la ANC no han servido para que la Assemblea aflojara en sus exigencias durante la manifestación de la Diada. "O hacéis la independencia o convocáis elecciones", ha reclamado la presidenta de la entidad, Dolors Feliu, desde un escenario negro con el lema Volvamos para vencer, y mientras los presentes estallaban en gritos de "¡Govern dimisión!". De poco ha servido el compromiso que la víspera había hecho público el president, Pere Aragonès, sobre la celebración de un nuevo referéndum, la manifestación de esta noche ha condensado de nuevo el malestar hacia todos los partidos independentistas -aunque Junts y la CUP, presentes entre los concentrados, silbaran mirando hacia otro lado- y contra el ejecutivo.

El tono no ha hecho más que endurecerse al constatar que, a pesar del malestar y la desmovilización en las filas independentistas, y a pesar de la indisimulada hostilidad con que los republicanos han acogido las críticas de la ANC, o quizás precisamente por eso, la Assemblea ha conseguido concentrar a 700.000 personas, según los organizadores, y 150.000, según la Guàdia Urbana, con lo cual, a pesar de no contar con el apoyo del principal partido independentista, han superado la participación de la concentración del año pasado, que se definió como la más importante en Europa después de la crisis sanitaria de la Covid.

Este ha sido sólo el punto y final de una Diada en que la tensión entre las fuerzas independentistas se ha mantenido constante en los actos más emblemáticos, y se ha materializado en pitadas contra ERC la vigilia de la Diada en el Fossar de les Moreres y broncas a los partidos por la mañana en el monumento de Rafael Casanova.

 

Estrategias compartidas

La excepción ha sido la convocatoria organizada por Òmnium en el Passeig Lluís Companys al cual han acudido el president, Pere Aragonès, y todos los partidos. "En qué momento olvidamos por qué estábamos luchando?", se ha preguntado el presidente de Òmnium, Xavier Antich, durante su intervención en aquel acto donde ha apostado por un nuevo marco estratégico que permita superar las fórmulas que no han funcionado. "Mientras no seamos capaces de tejer estrategias compartidas, no podremos salir de la actual fase de parálisis. Antes de consolidar esta tendencia autodestructiva, tenemos que revertirla", ha advertido.

El responsable de Òmnium no ha rehuido la polémica provocada por el manifiesto de la ANC. De hecho, no sólo ha marcado distancias con la cargada contra los partidos que abandera la Asamblea sino que ha advertido contra la "tentación populista de la antipolítica".

Lista cívica

No obstante, por la noche Feliu ha redundado en las críticas durante su intervención al finalizar la manifestación de la Diada. No sólo eso, la presidenta de la ANC ha pedido a los gobernantes "sinceridad, valentía y decisión para la independencia". "Y si no lo hacen ellos, estamos determinados a hacerlo nosotros, utilizando las elecciones, con nuevos actores si hace falta", ha advertido antes de insistir que "hay bastante grueso para hacer una lista cívica". Durante todo el recorrido de la manifestació entre el público se multiplicaban los carteles críticos con los partidos y el Govern. "Sin políticos ya seríamos independientes", rezaba un cartel que sostenía un manifetante ante el escenario, mientras una otro clamaba "ERC, Junts, CUP. No os volveremos a votar. Traidores".

Los presentants del AMI, Òmnium y la ANC al acabar el acto de la Diada / Foto: Montse Giralt

En medio la tensión casi no se ha podido escuchar el llamamiento del presidente de la Asamblea de Municipios por la Independencia (AMI), el republicano Jordi Gaseni, a aparcar los lamentos y dejar de buscar culpables para pasar a mirar hacia adelante.

Al acabar el acto y después de la exhibición de fuerza de la Asamblea en su pulso con ERC, la ruptura entre la ANC y los partidos había quedado sellada. También entre las entidades que con un discurso tan discrepante no han podido disimular un cierto malestar en la fotografía final conjunta.

Mientras la gente abandonaba el paseo del Marquès d'Argentera donde se ha celebrado el acto político todavía ha habido tiempo para una último gesto. Un grupo de personas vestidas de negro, el color de la manifestación de hoy, han desplegado una gran pancarta entre aplausos de los que todavía estaban aún presentes. "Botiflers la historia os juzgará", proclamaban.

Pancarta contra los partidos al acabar la manifestación de la Diada / Foto: Montse Giralt