Un diario líder de Japón se ha hecho cruces del Catalangate, asegurando que "sacrifica la seguridad nacional". El Mainichi Shimbun (top cinco en el país) ha publicado durante la última semana un artículo sobre el espionaje con Pegasus, con el testimonio del abogado Gonzalo Boye y con el título "La privacidad de la vigilancia sin fin del software espía sacrifica la seguridad nacional".
El texto empieza con reconociendo que la vigilancia digital de los ciudadanos ya es un problema en estados autoritarios de Asia y el Oriente Medio, pero que en la Europa occidental "su poderosa capacidad de vigilancia da sombra". Así, se presenta el caso de Boye: "Supo hace aproximadamente un año que su iPhone personal había sido comprometido por el software espía Pegasus". "Desde entonces, la sospecha de que su comportamiento está siendo controlado a través de su teléfono inteligente no ha desaparecido", añade. El abogado de Carles Puigdemont sentencia al diario que el espionaje con Pegasus "es una invasión interminable de la privacidad". "Si quieres huir, tienes que lanzar el teléfono por la ventana", dice.
España vulnera derechos fundamentales
El artículo se hace eco del informe de Citizen Lab, sobre el espionaje a al menos 65 personas del movimiento independentista catalán — y que atribuye estas prácticas al Gobierno. También da la versión del Gobierno, que argumentó que se trataba de una cuestión de seguridad nacional porque "la independencia vulnera la Constitución". Pero en el texto dejan bien claro que "proteger la confidencialidad de las comunicaciones entre abogados y clientes es un principio fundamental de la democracia basada en el estado de derecho y sería un problema si fuera vulnerado por las autoridades". Así, se ofrece una nueva opinión de Boye: "El Gobierno ha destruido la credibilidad del estado de derecho".
Finalmente, hace referencia a la información que reconoció el CNI: que sí que se habían espiado 18 de las 65 personas, pero con autorización judicial. "No obstante, el Gobierno ha dado poca información pública sobre los detalles, citando secretos de seguridad nacional, y se ha negado a comentar sobre las otras 47 personas", dice el texto del Mainichi Shimbun. Josep Lluís Alay ha difundido el artículo en un tuit: