El gobierno español propone prohibir la venta de coches y motos de gasolina, diésel e híbridos en 2040. La medida es parte de la futura ley del cambio climático, todavía en elaboración. Así dicho, suena un poco a vuelva usted mañana. Se entiende, pues, que El País dedique a la cosa el peor espacio de su portada, como queriendo decir que muy bien pero ya hablaremos de eso el año que viene. El Mundo lo vende mejor y le dedica el tema principal de su suplemento diario de reportajes, el siempre interesante "Papel". Tampoco se matan, vaya.

La Razón ya le da más vuelo y, sobre todo, un bloque de titulares más afilado, en el que acusa al gobierno español de ignorar los costes de la mencionada ley, y da bola a los fabricantes de automóviles diciendo que no tendrán tiempo, que así no, etcétera. Se ve también el título de una columna donde un conocido liberal Gran Reserva, tilda la propuesta de "postureo energético de Sánchez". El diario del grupo Planeta no podía fallar: haga lo que haga el gobierno socialista, que caiga sobre ellos la maldición de los faraones.

El que más aspavientos hace en portada es ABC. El tabloide monárquico puede andar falto de noticias pero no de imaginación. Ayer se marcaba una insólita incorporación del euskera en las escuelas de La Rioja. Hoy miércoles convoca todas las calamidades del apocalipsis: a raíz de la prohibición de los vehículos con motor de combustión, que "es excesiva e inviable" (eso lo dicen los fabricantes, claro), "se ponen en peligro decenas de miles de puestos de trabajo", subirá el recibo de la luz y encima no da tiempo a transformar las gasolineras en electrolineras. Un drama.

Qué ganas de engañar a la gente. El gobierno español no hace más que seguir lo que ya han decidido otros países "de nuestro entorno". Además, su propuesta es una de las más benignas entre las conocidas, según recoge el Center for Climate Protection (pdf). En Austria y Corea del Sur, la prohibición será efectiva en 2020. En Costa Rica en 2021. En 2030, en Alemania, la India (la India!), Israel, Holanda, Irlanda y Dinamarca. En 2032 en Escocia. En el resto del Reino Unido, China, Taiwán y Francia, en 2040. Portugal y Japón lo anunciarán en breve. En esta lista figuran cinco de los primeros seis países fabricantes de vehículos del mundo –sólo faltan los EE.UU.

Además, varias capitales ya aplican o aplicarán en breve varias restricciones y/o prohibiciones a los vehículos de combustión interna: Copenhague, Madrid, París, Londres, Hamburgo, Bruselas, Oslo, Berlín, etcétera. El tipo de ciudades a las que uno quiere que se parezca la suya.

Que estos vehículos están tocados de muerte hace años que todo el mundo lo sabe, los mismos fabricantes más que nadie –ya se han puesto a hacer coches eléctricos como si no hubiera un mañana. Los coches, motos, camiones, autobuses... son los principales contribuyentes netos a la contaminación causante del cambio climático. Eliminarlos es la medida más rápida que tenemos a mano para detenerlo, y para parar también otras consecuencias de la cosa: ruidos, accidentes y toda la pesca.

La alternativa es cobrar más impuestos para atender y tratar los efectos negativos del cambio climático.

¿Por qué, pues, unos diarios no dan importancia a la prohibición de los coches y otros preferirían que les cortaran una pierna? Un motivo –por estúpido que parezca– es dar la lata al actual gobierno español porque elecciones ya. Otro es que la automoción es el primer sector por volumen de inversión publicitaria en los medios: un 11,7% del gasto publicitario corresponde a anuncios de coches, motos, etcétera. Seguramente aquí les aprieta el zapato.