Entre las portadas de este jueves es difícil decidir cuál es la más-más entre la de El Periódico (que señala la engañifa de la Ley de la Dependencia aprobada en tiempos de Zapatero) o la de Ara (que señala la precariedad del acuerdo firmado entre el Govern y el sector del taxi contra los VTC). En un caso afecta a las familias de once mil (¡once mil!) dependientes muertos que no han recibido las ayudas a las que tienen derecho. En otro, a las familias del millar de despedidos (y espérate) de las empresas de VTC. Son portadas con asuntos que afectan brutalmente a la vida de las personas.
Lástima que la portada de El Periódico sólo explique la mitad. La otra mitad es que el gobierno español, que va a medias con el de la Generalitat en la financiación de los gastos de la dependencia, no cumple su parte del trato. El año que más se acercó es 2009, con un 37,2% de la contribución. En los años a que hace referencia el diario (2013-2017) la contribución media de la administración central no llega ni al 18%. El peor año ha sido... 2017, con un 15,7%. La Generalitat se hace cargo del resto... que no es suficiente. Todo eso lo explicaba... Ara ya hace cinco meses. Y lo que pasa a Catalunya, pasa en el resto de comunidades autónomas. Como se dice entre periodistas, que la realidad no te estropee un buen titular. En fin, habrá sido un mal día —y un mal día lo tenemos todos.
En el resto de portadas, dale que te pego con aprovechar la crisis total en Venezuela para zurrar al gobierno de Pedro Sánchez. También tienes La Vanguardia, que abre con la crisis de Podemos en Madrid, que es el típico asunto que sus moderados lectores siguen con pasión desenfrenada. El País hace esa portada mosaico de cuando no han visto nada que les acabe de convencer y no se sabe qué tema manda —al menos no se olvidan de seguir las investigaciones por corrupción en la empresa pública de venta de armas. Y El Punt Avui, que titula con un hecho de lo más sorprendente e insólito: ¡El Govern apoya a los presos políticos! ¡Habráse visto!