Los diarios de Madrid y Barcelona siguen en tiempo muerto respecto a la reunión de Pedro Sánchez y Quim Torra con ocasión del consejo de ministros que se celebrará en Barcelona el 21-D —salvo La Vanguardia, que continúa desde la grada ondeando una bandera donde se lee: ¡Reuníos! El titular del diario mayor (por difusión) del país da la impresión de que da a Sánchez por ganado y presiona a Torra a ver si se decide.

El silencio del resto de las portadas sobre este particular es de la categoría quien calla, otorga. Están como conteniendo la respiración, expectantes, con el deseo de que la reunión se celebre. La noticia secundaria de que el Tribunal Supremo ha rebajado la pena de inhabilitación a Artur Mas deja como un aire de nostalgia y de esperanza. Más de uno piensa: podría presentarse de nuevo en 2020... si este Govern resiste hasta entonces.... Más de dos piensan: ¿será un mensaje de "buena voluntad" del Supremo de cara al juicio de los líderes del 1-O? No parecen razonables la nostalgia ni la esperanza si hay que hacer caso a los hechos y los datos, pero... ¿y si sí? ¿Y si el reloj se puede atrasar a 2012?

En la prensa de Madrid, la inquietud política es otra. Ya se les ha pasado la cogorza de las elecciones andaluzas, una de esas que los dejó dispuestos a aceptar cualquier reto, como la posibilidad de que Vox entre en una coalición de gobierno con el PP y Cs, por ejemplo.

Las portadas de este martes tienen todo el aire de que los diarios han recuperado la serenidad y adcvierten la magnitud de la tragedia. Incluso El Mundo titula sobrio, como queriendo decir que si PSOE y Cs se entienden… pues bueno, mira, que le vamos a hacer. Un poco por aquí van La Razón y, claro, El País, al que esta perspectiva le pone tú ya me entiendes. El viento ha cambiado. O quizás sólo es un entretenimiento para respetar el tiempo muerto concedido a Torra y Sánchez. Qué nervios.