La presidencia de la Junta de Andalucía dominará el ciclo informativo de los diarios de Madrid. En Barcelona tiene competencia: la huelga de hambre de cuatro de los nueve presos políticos. Ningún diario de las dos capitales olvida a Andalucía y sólo uno, El País, no incluye en portada que los consellers Rull y Forn se han añadido a la huelga de hambre de Sànchez y Turull.

Por alguna razón, no lo consideren noticia de primera. Quizás no quieren presentar al gobierno de Pedro Sánchez asediado por los dos frentes. Destacan en un título pequeño a los "barones socialistas", que atribuyen el batacazo de Susana Díaz a "la relación" de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes. Esta relación en concreto no podría ser peor... pero qué más da.

Entre los de Madrid, tres enseñan claramente sus cartas por Andalucía. El Mundo, ABC y La Razón parece que se sientan en la mesa de negociación, por el entusiasmo que demuestran al empujar a los tres partidos de la derecha para que se dejen de manías y pacten.

ABC opta por uno de estos pósters de película de los años 50, para acostumbrar a su gente al tripartito PP-Cs-Vox. Al mostrar al líder de Vox en igualdad con los del PP y Cs, el tabloide monárquico sigue con su tarea de normalizar al grupo ultra: es un partido como otros, vienen a decir. Ningún problema. Todo vale. Como comentaban este domingo un ejecutivo sevillano y una catedrática de Economía de Granada, "Podemos es peor que Vox".

El Mundo prefiere concentrarse en presionar a Cs para que ni se les ocurra acercarse a Susana Díaz. La foto de portada es espectacular: la aun presidenta andaluza –un primer plano de sus ojos– aparece entre llorosa y asustada, el retrato de alguien que espera la sentencia final. Los mensajes de los diversos titulares son clarísimos: el PSOE se ha cargado a Díaz y sólo quiere que los resultados andaluces no dañen a Pedro Sánchez. Si Cs abre esa puerta, se hará responsable de mantener a Sánchez en La Moncloa y los andaluces no se lo perdonarán. Lo mismo viene a decir La Razón.

Todos van a la suya. Llama la atención el diario económico líder, Expansión. Su portada es un canto lleno de ilusión y esperanza a una de sus causas a más queridas: un tripartito de la derecha en Andalucía abriría la puerta a "una masiva rebaja de impuestos".

Para no asustar a su parroquia, definen a Vox como una simpática variante más de los "populismos europeos" –siempre es mejor que describirles como la extrema derecha neofranquista indígena, con propuestas tan ajenas a la constitución como las del independentismo. Parece que, en este caso, aplican el criterio del presidente de los EE.UU., Richard Nixon (1968-1974), con el dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza: "es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta". Si rebajan impuestos, ¿qué importa si manosean la constitución?

En la misma línea ("¡circulen, aquí no pasa nada!") tratan a Vox los restantes diarios de Madrid.

La VanguardiaAra abren con los presos. Es el tema local. El Periódico, en cambio, otorga preferencia al avispero de Andalucía y esconde por debajo la decisión de Rull y Forn de sumarse a la huelga de hambre de Sànchez y Turull.

Da la impresión que para el diario de Zeta el caso de la Junta es también local, quizás más que los presos en huelga de hambre. Al resaltar que Cs quiere "aislar" a Vox a cambio de la presidencia –se supone que pactándolo con el PSOE, aunque no se diga– El Periódico se afana para no hacer quedar mal a ninguno de los dos partidos que en Catalunya son el eje del bloque españolista. Tal vez piensan que si este par no se entiende en Andalucía, la grieta entre ambos llegará al Parlament y enviará al limbo un futuro pacto. La esperanza es lo último que se pierde.