Francia se convirtió el pasado lunes en el primer país del mundo que blinda el derecho al aborto en su Constitución. Los diputados y senadores del país vecino adoptaron, de forma mayoritaria, la inscripción de este derecho en su carta magna. La mayoría en el Congreso de Versalles, un órgano que agrupa diputados y senadores, fue abrumadora: en total, 780 de los 925 parlamentarios votaron a favor. Por efecto dominó, el debate y la pregunta de si sería posible que se pudiera implementar la misma medida en el Estado español era pertinente. Pero la aritmética de la obligatoriedad para hacer este tipo de reforma lo hace inviable: se necesitan 3/5 partes de los diputados del Congreso para sacarla adelante y el Gobierno sabe que los números no dan, porque los partidos de la derecha (PP y Vox) piensan todo lo contrario. Como muestra, las declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que se posicionó claramente en contra, en una convención de los populares europeos: "No considero que lo que ha pasado en Francia sea ningún avance. Nuestra defensa es la de la vida, y más en una región como la europea que se está envejeciendo". La presidenta madrileña ha justificado su opinión más allá de sus convicciones políticas, alegando que "se tenga o no se tenga fe, tenemos una raíz judeocristiana que no podemos olvidar", aseguró.
El PP todavía no se ha pronunciado oficialmente
El PP como fuerza política no se ha pronunciado todavía oficialmente al respecto, pero Ayuso no dejó ningún margen de duda con respecto a la opinión de su partido. En su intervención en una mesa redonda titulada Ganando elecciones, en el marco del Congreso que el PPE celebra en Bucarest (Rumania), la presidenta madrileña también se ha mostrado en contra de otras medidas progresistas que se han dado en otros países europeos, como la legalización la posesión y el consumo de marihuana con restricciones que se aprobaron recientemente en Alemania. Ayuso no cree que "la utilización de las drogas con uso recreativo, como pasa en Alemania" sea progreso o prosperidad, y ha alertado a sus compañeros populares europeos que "se están olvidando de los problemas reales" y de la herencia que le dejarán a la juventud.
El Gobierno, dividido
Con respecto a la opinión del Gobierno sobre la posibilidad de blindar el derecho al aborto, como ha hecho Francia, Sumar pide hacer el intento de sacar adelante esta propuesta para implementarla también en España, pero la Moncloa lo descarta. La ministra de igualdad, la socialista Ana Redondo, reconoce que "la reforma exige unos consensos anchísimos que no se producen" y que, por lo tanto, el debate no es realista. En cambio, desde sus socios de gobierno, a través de la diputada de Sumar, Aina Vidal, sostienen que presentarán que "es el momento para introducir en la Constitución el derecho a la libre interrupción del embarazo" y presentarán una propuesta, admitiendo que "es el primer paso y que por algún sitio se tiene que empezar para acabar situando la derecha en posiciones más realistas y acordes con las posiciones sociales actuales.
Un elemento de división en los EE.UU.
El derecho al aborto es uno de los derechos que ha sufrido regresiones en los últimos tiempos a medida que han ido prosperando las políticas conservadoras y retrocediendo las progresistas. En los Estados Unidos, por ejemplo, ha sido un elemento de división y de estrategia electoral. En 21 estados el derecho está protegido, pero en otros 14 estados se ha restringido el aborto casi del todo, y en otros 12 estados más está prohibido después de las 15 o 22 semanas. Por lo tanto, las mujeres pueden ejercer este derecho más o menos, o de ninguna manera, dependiendo de dónde vivan. Eso es así porque en junio del 2022 se produjo una decisión histórica del Tribunal Supremo del país, con una mayoría conservadora de seis jueces, que votó a favor de anular una histórica sentencia de 1973 que daba protección legal en el ámbito federal a este derecho. Era el caso Roe versus Wade, que provocó la abolición de muchas leyes contra el aborto que imperaban en los EE. UU. y en muchos de los estados que integran el país. Pero con la decisión del Supremo, en contra de aquel precedente, dejaba la decisión de legislar sobre el aborto en manos de las autoridades de cada estado.
Europa teme una recesión del derecho
Con respecto a Europa, al margen de la decisión histórica de Francia, en la mayoría de los países cuentan con alguna ley que regula el acceso al aborto. La permisibilidad y los límites temporales difieren notablemente de unos países a los otros. De esta manera, por ejemplo, Suecia es el país que una interrupción gestacional más tardía permite (hasta la decimoctava semana), mientras que en otros casos se reduce a nada más que a 10 semanas, como pasa en Portugal o Croacia. Después de Suecia, Francia permite la interrupción del embarazo hasta la semana 16, y en países como España, Rumanía, Bélgica, Luxemburgo o Alemania, el límite está en las 14 semanas. Pero existe el temor a que, a medida que las políticas conservadoras ganen terreno en Europa, se produzca una regresión de este derecho, como está pasando con las políticas de igualdad o de los derechos LGTBI. Polonia, por ejemplo, impuso en 2020 leyes tan restrictivas que prácticamente lo hacen inviable. O en Hungría, el gobierno de Viktor Orbán obliga a las mujeres que quieran abortar a "escuchar el latido fetal" antes de continuar con el proceso de interrupción del embarazo.
Milei considera "asesinos" los partidarios del aborto
Este fenómeno se está produciendo en América Latina, donde el presidente Javier Milei ya ha anunciado que tiene intención de derogar el derecho al aborto que es legal en Argentina desde finales de 2020 y que se puso en práctica desde enero de 2021, después de un debate que polarizó a la sociedad del país. Milei considera que el aborto "es un asesinato agravado por el vínculo" y considera "asesinos" a sus partidarios, en declaraciones hechas este miércoles delante de un auditorio de jóvenes estudiantes del colegio Cardenal Copello, un establecimiento católico de Buenos Aires donde el presidente cursó sus estudios medios. "Para mí el aborto es un asesinato agravado por el enlace y se lo puedo demostrar desde una perspectiva matemática, filosófica y desde el liberalismo," ha sentenciado Milei.