Al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se le acumulan el trabajo y los bailes, después de que los precandidatos a la secretaría general del PSOE, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, hayan decidido extremar la ofensiva para ganar en Catalunya. Los tres coincidirán durante el proceso para la recogida de avales –que empezó el 20 de abril y culminará el 4 de mayo– para exhibir su proyecto territorial: Sánchez, la apuesta plurinacional sin derecho a decidir; Díaz, el la Declaración de Granada (2013), donde se asume el federalismo; y López, un nuevo Estatuto de autonomía.

El exsecretario general socialista llegó el sábado 22 de abril a Barcelona para alimentar el relato del candidato de más proximidad con la militancia. Participó en un acto acompañado de sus afines, la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlón, y el exalcalde barcelonés Jordi Hereu, y más tarde, corrió en una carrera nocturna en la fiesta mayor de l'Hospitalet. También hizo un acto el mismo día de Sant Jordi en Barcelona y un viaje a Girona. En adelante, contará con el apoyo de los diputados Adriana Lastra, Odón Elorza, y el exministro Josep Borrell.

La cuestión es que el socialista se siente fuerte en el feudo del PSC. Primero, por la resistencia entre las bases catalanas con el "no es no" para investir a Mariano Rajoy, cosa que lo defenestró en Ferraz –y fue detonante de la crisis que se pretende cerrar con las primarias. El momento le es propicio, pues los casos de corrupción asedian al Partido Popular. El segundo elemento que reconforta al exdirigente es la apuesta plurinacional de la Constitución, pero sin derecho a decidir, ahora que quiere avenirse a pactar con Podemos.

Sánchez quiere reformar la Carta Magna en sentido federal, manteniendo que la soberanía reside en el conjunto del "pueblo español", pero "perfeccionando" el artículo 2. La medida no garantizaría el referéndum y la "nación catalana" sólo lo sería en el significado cultural e histórico. Al contrario, habría supremacía de la nación española. "La existencia de identidades nacionales diferentes no puede ser un instrumento político de dominación y segregación de unos ciudadanos sobre otros", dice el texto presentado.

Con el conflicto soberanista abierto en canal, la debilidad de Díaz será precisamente apostar por un proyecto basado en la reforma federal de la Constitución –lo mismo que el PSOE defiende desde el año 2013 y el PP descarta, cosa que lo hace difícil de llevar a la práctica–. Incluso, la andaluza ha avivado el enfrentamiento con Catalunya en muchas ocasiones para ganar votos.

Durante la campaña para el 26-J, cargó contra el soberanismo para no "pagar los privilegios de Colau", y bloqueó la idea de Sánchez de un federalismo con singularidades, que ella tachaba de "desigualdades". Por eso, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero le lanzó un cable el jueves: pidió romper el "prejuicio" que el proyecto del PSOE es el de Andalucía, porque Susana tenía una "perfecta comprensión de la marcada identidad de territorios como Catalunya o Baleares", y por eso le daría apoyo.

Para constrarrestar sus debilidades, el aparato del partido no la dejará sola. Se prevé una ofensiva en territorio catalán con Zapatero, el diputado Eduardo Madina, el exlíder del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba y el presidente valenciano, Ximo Puig, que le harán "de embajadores", debido a las limitaciones de su agenda como presidenta andaluza. Este lunes 24 de abril, Zapatero y Madina protagonizarán un acto a las 19h en la sede de los socialistas catalanes, y entre el 26 de abril y el 6 habrá nuevos actos con Rubalcaba y Puig.

En segundo lugar, la estrategia de su equipo pasa por potenciar el trato personal de Díaz con los militantes. "Sobre todo habla con los indecisos. Se ha construido una mala imagen de ella que enseguida se hunde cuando pueden hacerle preguntas", aseguran fuentes de su entorno. Por eso hace actos discretos, como el del 6 de marzo con 200 afiliados del PSC, con quien se encuentra también mediante videoconferencias. Lo mismo hará el próximo 6 de mayo en Barcelona. Incluso, estará el 26 de abril en un acto patrocinado por varias empresas y presentado por Iceta en el Palace, a 50 euros el cubierto.

El candidato más silencioso es López, aunque también desembarcó en Catalunya este fin de semana. El sábado hizo una rueda de prensa en la sede local del PSC de Lleida a las 12h. Hacia las 19h estaba en Tarragona en una reunión con militantes, y este Sant Jordi, en Barcelona, donde presentó su libro La izquierda necesaria. Es el único candidato que ha pisado territorio catalán haciendo campaña –los tres coincidieron el miércoles, pero no se saludaron, en el acto de homenaje a la exministra Carme Chacón–.

Pero López no repite con buen pie. El 30 de marzo levantó polvareda entre el soberanismo: "No dejaremos solos a los ciudadanos de Catalunya que ven con pavor que el choque de trenes se acerca", dijo sobre el referéndum. Y esta vez, la apuesta territorial que plantea también ha reanimado los fantasmas del apoyaré. El vasco defiende la "doble votación", la de la reforma constitucional y un nuevo Estatut. Aun así, tiene apoyo de Núria Marín, alcaldesa de l'Hospitalet, y Meritxell Batet, curiosamente, dos que eran afines a Díaz y Sánchez, respectivamente, hace un tiempo.