Los usuarios del transporte público han dicho basta y esta semana han convocado una protesta para el próximo 22 de marzo ante el desbarajuste a la red ferroviaria de Rodalies de Catalunya. Las diferentes plataformas convocantes —TTrens Dignes, Dignitat a les Vies, Perquè no ens fotin el tren (R3), Salvem l'R2 Nord, l'Associació per a la Promoció del Transport Públic, l'Associació d'Amics del Ferrocarril de Valls i Usuaris Avant Catalunya— convocaron para el próximo sábado concentraciones a las estaciones de Tortosa, Tarragona, Segur de Calafell, Valls, Lleida, Cardedeu y la Garriga, a las doce del mediodía, con el apoyo de entidades como Òmnium o el Consell de la República. Anna Gómez y Adrià Allo son las caras más visibles de la plataforma Dignitat a les vies, que pide más inversiones, mejorar las infraestructuras y una mejora inmediata de los servicios ferroviarios, además de mostrarse muy críticos con el ministro de Transportes, Óscar Puente.
Explíqueme un poco cómo irá la concentración o manifestación del próximo 22 de marzo...
Adrià Allo: La idea no es que sea una concentración, sino una serie de concentraciones y manifestaciones que se harán de forma simultánea por todo el país. Nosotros somos Dignitat a les Vies que representamos las líneas de la Catalunya Sur. Somos los principales promotores de dos de ellas, que serán las de Tarragona y la de Calafell. También hay otros puntos del país, como puede ser l'Aldea, Tortosa, Lleida o Valls.
Anna Gómez: Eso ha sido accidental, no estaba previsto. Queríamos hacer una única manifestación. Tenemos los compañeros del R2 Sur y estamos los de la media distancia, que son nuestro corredor sur que siempre hemos defendido. Ahora mismo para ir de Tarragona hasta Cunit tenemos que coger dos trenes o un autobús. ¿Cómo mueves a la gente si quieres hacer una única concentración?
Es decir, los trenes han dificultado incluso concentrar la manifestación...
A.G.: Sí, por eso hay dos puntos en el sur del país. Quizás no somos tanta gente en un punto, pero es que hemos tenido que hacer dos. Nosotros tratamos el R2 sur, el R15, el R16, el R17, pero el R16 en el sur siempre han sido defendidos por la asociación Trens Dignes. Los llamamos y se animaron, porque gestionar tres concentraciones es demasiado. La gente está muy quemada, incluso ya han aceptado que están abandonados. Fue llamar a otras plataformas que fuimos encontrando y todas daban apoyo. Necesitan salir, necesitan tener voz. No tardaron más de cinco minutos para decir que se apuntaban.
¿Cree que es un punto de inflexión después de las últimas semanas con incidencias?
A.A.: Han sido más notorias y, encima, en la situación en el sur, veníamos del corte de cinco meses (en Roda de Barà). El 3 de marzo era un poco como la tierra prometida, que todo tenía que ir perfecto. Descubrimos que no, y la primera semana de la reanudación del servicio fue totalmente desastrosa y catastrófica. Por eso dijimos de hacer alguna cosa.
Anna Gómez: Antes del corte ya vendíamos mucho picadillos. Nacimos cuando ya estábamos al límite y ya llevamos un año. Nosotros ya hacíamos reuniones con Renfe y nos decían que no nos preocupáramos y que después del corte ya se arreglaría...
La ANC también ha convocado una manifestación el 5 de abril. ¿Cómo es que no las han fusionado? ¿Han hablado?
A.G.: El miércoles por la mañana hablamos con la ANC. Queríamos que estas manifestaciones fueran de usuarios. Obviamente, estaremos al lado de todo el mundo que defienda las vías, pero los usuarios tenemos gente de todos los colores, independentistas, no independentistas, de derechas de izquierdas, altos y bajos... Están invitados todos los partidos, asociaciones, sindicados...
¿Cómo es que Rodalies funciona tan mal? ¿Cuál es su diagnosis?
A.A.: Venimos de unos años, me atrevería a decir dos décadas, de bastante desinversión. Rodalies se ha olvidado mucho y, sobre todo, Regionales. Si Rodalies está olvidado, los Regionales seguramente todavía más. Cuando pensamos en el tren, pensamos en Rodalies y siempre nos olvidamos de lo que hay más allá. No solo en trenes, sino que ha habido desinversión en personal, que falta bastante, tanto de mantenimiento como de interventores. También faltan maquinistas, seguridad... Ha habido desinversión de material rodado, que lo que tenemos a nuestras líneas es bastante antiguo, y algunos trenes son de los años ochenta.
Sí que es cierto que se está revirtiendo un poco esta tendencia, tanto del gobierno catalán como del español, que son ahora los dos del mismo color político socialista. Tienen una narrativa que se está invirtiendo después de muchos años en no hacerlo, que es cierta, pero siempre decimos que se está invirtiendo donde no toca y en cosas que no benefician al usuario medio de Rodalies. Por ejemplo, las obras que hemos tenido nosotros eran para hacer pasar mercancías por el corredor mediterráneo o gran parte del nuevo acceso al Prat es una línea más pensada para el turismo. Después, los dos grandes soterramientos que se han llevado mucho presupuesto, que son el de Montcada i Reixac y el de Sant Feliu, urbanísticamente pueden servir para las poblaciones, pero no mejoran el servicio.

Entiendo que donde tocaría sobre todo que fuera esta inversión es en las catenarias, en las vías...
A.G.: O en la cuadruplicación de vías de Castelldefels. Esta obra es clave. En las vías hay mucha gente. Los trenes Rodalies son los que hacen paradas. Es como cuando vas en una calle y te encuentras al camión de la basura. Sabes que se parará en cada contenedor y buscas una calle para que lo puedas avanzar. Los trenes Regionales no tenemos estas paradas porque venimos de más distancia. Como nos encontramos con los trenes Rodalies que sí que hacen estas paradas y no hay sitio para poder avanzar, junto con obras, hacemos un atasco. Sin embargo, los trenes son mucho más rápido en los pocos sitios que se puede avanzar, aunque Renfe nos diga que dan el orden de prioridad en los Regionales. Si se hiciera esta cuadruplicación de vías en Castelldefels, haría que en este punto pudiéramos avanzar, y podríamos entrar más rápidamente en Sants y no se harían estos atascos que se hacen actualmente.
Cuadruplicación de vías a partir de...
A.A.: Del Prat a Castelldefels. Lo ideal sería del Prat a Sants, pero al entrar el AVE ya hizo esta opción muy difícil, porque ocupó aquel espacio que hay del Prat a Sants con las vías del AVE y ahora es difícil revertirlo.
A.G.: Se ha hecho muy mal y se ha dejado muchos años. Aunque ahora es verdad que reconocemos que hay unas grandes inversiones por parte del gobierno y, por lo tanto, también por parte de la Generalitat, aquí nos han gobernado de todos los colores.
¿También es responsabilidad de la Generalitat?
A.A.: Sí y no. Actualmente, hay un sistema de gestión del ferrocarril público en este país que es un poco complejo, porque todo va entre Adif, la Renfe y la Generalitat. A menudo estos tres actores se culpan mutuamente y el usuario muchas veces no sabe muy bien de quien se culpa. Se tiene que decir que la Generalitat tiene unas competencias relativamente limitadas. Sin embargo, sí que tiene competencias para planificar las líneas.
Sobre lo que decíamos que las líneas están saturadas, los planes que tiene que programar un tren del aeropuerto en Barcelona cada 20 minutos puede saturar todavía más esta línea. La Generalitat tiene poco margen, de momento. Con el traspaso no sabemos qué pasará, porque todavía está todo en una fase muy inicial.
A.G.: La Generalitat quiere hacer un plan para mejorar los horarios, pero si Renfe no le pone los trenes y Adif no le da espacio en las vías se tiene que volver a reconfigurar. Incluso Renfe acostumbra a ser muy adaptable, y por eso nosotros estamos tan enfadados con Adif. Los feedbacks que nos llegan es que Adif nunca pone cooperación. Siempre es el último en decir las cosas. Nosotros siempre hemos pensado que se ha criminalizado mucho a Renfe, aunque no lo estamos exculpando de la hoguera. El gran mal que siempre nos hemos encontrado es con Adif. Hace poco la consellera dijo que invertía 77 millones de euros en Rodalies.
Con seguridad, nuevos convoyes...
A.G.: Sí, pero es que los de la media distancia estamos más allá. Hay un problema de lenguaje en este país, y es que Renfe sí que diferencia mucho Rodalies de los media distancia, pero la Generalitat nunca sabes de qué habla. Yo he llegado a ver carteles de la R-16 (Barcelona-Tortosa) con Rodalies, pero cuando hablan de las Rodalies de los 77 millones se acaba en Sant Vicenç Calders. Cuando hablan de las bonificaciones de 20 euros, se acaba en Sant Vicenç de Calders. ¿Dónde criminalizo Renfe? Porque todas las estaciones más allá de Sant Vicenç de Calders son de Adif. Allí no caen los 77 millones. ¿Entonces, te tienes que quejar a Renfe, pero si Renfe te dice que aquí no puede hacer nada porque es de Adif, qué quiere decir? ¿Son de azúcar?

¿Ustedes creen en el traspaso de Rodalies? ¿Creen que eso puede ayudar?
A.A.: Representamos gente de diferentes tendencias políticas y el traspaso está en una fase muy inicial y quedan muchos detalles por resolver. Lo que todos queremos es que el tren vaya bien, sea eficiente y eficaz, gestione quien lo gestione. Sí que es cierto que el traspaso puede presentar retos. No es que nos opongamos, sino que creemos que puede ser muy positivo o muy negativo depende de cómo se gestione y depende de cómo los diferentes actores involucrados cooperen entre ellos.
A.G.: Una vez salgas de Rodalies, los que somos de Tarragona, no estamos en este plan. No somos parte de este traspaso. Hay muchas vías que son de interés general que atraviesan este país y por mucho que se haga este traspaso, estas serán de Adif y serán gestionadas por Madrid. Entonces, si se comunican, genial, y puede ser que nos lleve cosas positivas. Se tienen que comunicar y no lo hacen. Y eso lo podemos ver en los políticos que se están tirando los trastes a la cabeza y yo no he visto a ningún partido que haya dicho: ¿'escuche, consellera, eso no lo está haciendo bien, lo arreglamos?
A.A.: Lo que hay sobre la mesa es traspasar la infraestructura de las líneas donde hay tráficos solo internos de Catalunya. Se empieza por el R1 por eso, porque en el Maresme los trenes solo van por Catalunya. También está la línea de Vilanova, el R3 que va hacia Vic y Puigcerdà, y el R4 norte que va hacia Manresa. El R4 sur, que va por Vilafranca y Martorell, no se traspasa, por el mismo motivo que las de la provincia de Tarragona. Son líneas demasiado importantes que comunican Catalunya con Aragón y el País Valencià. Además, tanto la de Tarragona como la de Vilafranca son por donde está previsto que pasen los futuros trenes de mercancía del corredor mediterráneo, motivo por el cual han hecho estas obras. Aquí hay un problema, y es que uno regional de la zona de Tarragona tendrá que pasar por vías gestionadas por ADIF y por vías gestionadas por la gente con la empresa que sea. Entonces si hay buena coordinación puede salir muy bien, si no hay buena coordinación, veremos qué pasará.
Una de las cosas que se quejan más los usuarios es el estado de los trenes y los convoyes, que muchas veces en horas punta son cortos. Para revertir eso, tal como ha dicho usted, el Govern de la Generalitat invertirá 77 millones de euros. ¿Cree que conseguirán revertirlo?
A.G.: Los 77 millones no llegarán a las medias distancias, para empezar. A mí, el jefe de territorio, Manel Nadal, me dijo que no me preocupara, de que tendría trenes. La última vez que entraron trenes me parece que fue en el 2008, y aquí no nos cayó ninguno. Aparte que tenemos los trenes más viejos de todo el Estado, yo he ido con trenes que no funcionaban los lavabos en los tres primeros vagones y, en los otros tres, no cerraban la puerta. Paramos en una estación porque su medio distancia tenía todavía un trayecto más bajo para que la gente baje al lavabo y vuelva a subir. También he ido en trenes que se les enganchaba la rueda. Como son muy viejos, no les funciona el detector a los maquinistas, hacían fricción, creaban llama y la llama pasaba a humo y vagones llenos de humo. Lo hemos vivido más de una vez.
Queremos un servicio digno para todo el mundo, para una persona mayor, para una persona joven, para una persona con algún problema de movilidad, para quien va en bici... es que estamos diciendo que el tren es ecologismo. El tren nos lleva hacia el futuro. Lo normal sería poder subir el tren en tu bicicleta y moverte en bicicleta por Barcelona. Ahora las bicicletas no son bienvenidas porque muchas veces o no caben o no las puedes subir. Cada dos por tres nos decían que no nos preocupáramos, de que a hora punta pasarían trenes largos. El primer día bien, el segundo también, pero al tercer día ya era corto.

Durante el siglo XIX Catalunya y a principios del siglo XX, Catalunya fue pionera a construir vías y en el sector del ferrocarril, pero durante los últimos años prácticamente no ha habido obra nueva... ¿En este país faltan vías de tren?
A.A.: Sí. Fuera de la línea de alta velocidad tenemos la red de finales del siglo XIX. Incluso peor, porque se han eliminado muchas vías. Hemos visto como con la red vial se ha avanzado muchísimo con autopistas, autovías, circunvalaciones, variantes... y con la red ferroviaria se ha quedado bastante estancada. Tenemos grandes ciudades, como podría ser Olot o Ripollet con 40.000 habitantes, que no tienen tren. También faltan vías, no solo de recorrido, sino vías en sentido técnico. Es decir, ha habido estaciones que se han pasado a apeaderos. Es decir, estaciones donde antes había 2-3 vías, ahora hay una. Allí los trenes no se pueden parar porque uno lo avance o para hacer cruces. Todo eso afecta negativamente en la capacidad y la fiabilidad del servicio.
A.G.: Además, nosotros siempre hemos dicho que apostamos por vertebrar los territorios. Por ejemplo, te pondré un caso que estamos pidiendo a la Generalitat para los compañeros de Cambrils. Aquella zona se ha quedado sin estaciones y en Cambrils pasa un tren cada dos horas. No se puede cambiar esta situación, tal como están ahora las vías para entrar en Barcelona. ¿Y qué hemos propuesto? Estamos trabajando para tener un tramo. Proponemos poner en medio de los dos trenes un autobús lanzadora que comunique Cambrils con Vila-seca, que tienen una frecuencia porque les atraviesan varias líneas cada media hora. Que la gente no le tenga miedo al transbordo. En Europa, la gente no le tiene miedo al transbordo, pero aquí le tenemos miedo porque siempre es un drama. Tenemos que perder este miedo, pero lo tenemos que hacer bien. Renfe tiene dos cosas en mesa, dar servicio y volver a coger la confianza del usuario.
¿Cree que ayudaría a un corredor mediterráneo real o incluso el tren orbital, que iría de Vilanova, pasando por Vilafranca y los vallesos, hasta Mataró?
A.A.: La gente no acaba de entender qué es el corredor mediterráneo. A veces nos imaginamos que es una línea nueva a 300 kilómetros por hora como la de Barcelona-Madrid, y es importante decir que no. Lo que se está haciendo ahora son pequeños retoques a la línea que ya teníamos de Tarragona-València. Por ejemplo, ahora habrá unas obras que será para cambiar de ancho ibérica a internacional. También se la prepara para que se pueda correr más, pero por mucho que se pueda solo será una vía que no será segregada como la de Barcelona-Madrid del AVE. Pasarán trenes de Rodalies, Regionales, larga distancia, alta velocidad y mercancías. Tendremos, en uno de los corredores más importantes de la península Ibérica, y quizás el principal de los países catalanes, tendremos una infraestructura que ya nacerá con riesgo de colapso, porque harán pasar todos los trenes por allí. También habrá un reto que yo creo que será difícil de gestionar. Creo que será difícil de cumplir y veremos cómo acaba todo este tráfico y las previsiones que se tienen de tener un AVE o un OUIGO o un IRyO en València cada media hora y a 300 kilómetros por hora.
¿Y el llamado tren orbital?
A.A.: Toda mejora es bienvenida. Hay una masa de población lo bastante alta para que se pueda hacer, como de Vilafranca en Vilanova o de Mataró en Granollers. Mientras no se haga, porque yo entiendo que será difícil, todavía hay mucho margen de mejora con respecto al servicio de autobús. Mientras no se haga la línea orbital, también se puede aprovechar la única línea que no pasa por Barcelona, que es la que va de Martorell a Granollers, pasando por el Vallès, Rubí y Sant Cugat y la Universidad. Aquella línea ahora mismo solo tiene un tren de pasajeros cada hora. Tiene todavía mucho margen para crecer y dar mucho mejor servicio.
A.G.: Sí que hablamos de cosas nuevas, pero aquí tenemos una necesidad de hacer obras y no acabarlas. Nosotros siempre hemos apostado por el famoso nudo de Vila-seca. ¿Por qué no acaban estas obras? No pueden empezar las obras y dejarlas a medias. Aquellas infraestructuras habrían conectado todo el territorio del corredor sur con la alta velocidad. Y este corte que nos ha afectado tanto nos habría sido muy sencillo. Ya estamos pensando en más obras, de lo que te digo que no sean buenas, pero acabamos las que tenemos.
Ahora empiezan unas obras en Sant Vicenç de Calders que al corredor sur solo le traerán problemas. ¿A la R-2 sur les sacará muchas frecuencias, por qué? Porque les quedarán muchos menos andenes, ya que estas obras lo que habrá es capacitado en una estación. ¿Si estamos diciendo que nos estamos peleando para pasar por las vías y que la situación es de emergencia en el corredor, por qué iniciar estas obras que nos dejarán un poco calzas? Son obras que son para hacer pasar trenes de mercancías y no para mejorar el servicio actual de Rodalies y Regionales.

¿Qué les parece las palabras del ministro de Transportes, Óscar Puente, en las cuales dice que no se pueden hacer más inversiones porque, si no, la red colapsaria?
A.G.: Este señor no le gusta Catalunya y, si le gusta, lo disimula. Estamos hablando de unas declaraciones de un señor que hace menos de medio año dijo que vivíamos en el mejor momento del tren en España. No, señor. Lo que tiene que hacer es preocuparse por nosotros. Estamos hablando de un señor que cuando pasó el incidente de Montcada i Reixac, el robo de cobre, hizo un tuit diciendo que subía su equipo de fútbol y que faltaba rematar Catalunya. Estaba hablando de las elecciones que ganaba el PSC, pero llevas la cartera de transporte, tienes los catalanes completamente colapsados, que estaba Renfe diciendo: buscaos la vida porque es lo mejor que podemos hacer por vosotros.
Es un señor que después de que pasáramos por el túnel de Roda, que él sabe que no está acabado porque llegamos con 50 minutos tarde y se cayó la red por un problema eléctrico en una catenaria, hizo un tuit diciendo que "hemos inaugurado el túnel en tiempo y forma".
A.A.: También se tiene que decir que tiene razón que la red quizás colapsaría, pero porque ADIF tiene la mala costumbre de que a la mínima que se tienen que hacer obras se tiene que cortar la línea los meses que sea. Por ejemplo el R3 ahora estará un año cortada. Quizás los tiempos de obras los podrían ajustar más. Se podrían concentrar más las obras y no habría que estar un año cortada. Yo no soy ingeniero, no le quiero decir como hacer el trabajo, pero yo creo que en otros sitios de Europa no cortan líneas un año para hacer obras. Si hacen obras intentan minimizar el máximo posible la afectación al usuario. Porque realmente quien paga los platos es Renfe y en este caso, cuando hemos tenido nuestro corte, la Generalitat.
¿Después de las últimas incidencias, cree que tendría que haber dimisiones?
A.G.: Me mojaré yo a título particular. Siempre he dicho que si no lo sabes hacer y el panorama no te permite que los otros te ayuden tienes que dejar paso a los que tienen que venir. Yo sí que hice un tuit y lo hice públicamente. Dije que en cualquier país con lo que pasó en el túnel de Roda habría habido dimisiones. Estamos en Catalunya y no hay dimisiones. Tienen un plan, según ellos, para solucionarlo. Nos han prometido mejor comunicación, lo hemos valorado positivamente, pero el usuario necesita ver cambios los necesita ver ya. Nosotros seguiremos reivindicando que queremos que hagan cosas, pero si no las hacen bien, fuera. Tampoco queremos pedir la cabeza de nadie porque nosotros tenemos interlocución con gente de la Generalitat. Hay gente que tiene ganas de mejorar el servicio y de dar un buen servicio al usuario. Tengo que decir que la consellera, y eso lo he dicho públicamente, dijo que habría más interlocución con nosotros para que pudiéramos llegar a los usuarios y nada más salir de la reunión nos envió un mensaje y nos explicó la situación. Se tienen que poner las pilas. La única pasión que tengo es que la gente suba al tren y llegue y la única cosa que queremos es que el tren funcione, y a mí me es igual quien nos gobierne, pero que nos den el afecto que necesitamos.