El Consell de Diplomàcia Pública de Catalunya (Diplocat) celebra el primer acto desde su extinción en el marco de la aplicación del 155 el 27 de octubre del 2017, que se hizo efectiva en abril del 2018.
El seminario se ha celebrado este viernes en el Recinto Modernista de Sant Pau, en Barcelona, con presencia de su secretaria general, Laura Foraster. En una atención a los medios, la sucesora de Albert Royo ha dicho que no se puede "limitar" la tarea de Diplocat.
Según ella, el organismo "ha hecho hasta ahora" y "seguirá haciendo", el trabajo de "exportar la imagen de Catalunya", sus activos", y sus valores en el extranjero". Foraster ha anunciado que el consorcio elaborará un plan estratégico "de la mano de sus miembros".
Foraster también ha expresado a las redes sociales, que el Diplocat vuelve "con muchas ganas".
Según Foraster, Diplocat tiene que ayudar en todas las asociaciones y entidades de la sociedad civil a que quieran salir al extranjero y tiene que establecer "puentes de diálogo" con el resto del mundo. "La diplomacia pública tiene una parte mucho importando escuchar, no sólo de ser escuchados a fuera", ha concretado. De hecho, el primer seminario internacional de la entidad desde el 155 reflexiona sobre el papel de la diplomacia pública.
Sobre la reactivación del organismo, Foraster ha dicho que están "muy tranquilos" con respecto a la vigilancia anunciada por el Gobierno con respecto a Diplocat. "Vigilados, ya lo estábamos antes", ha añadido. Foraster también ha explicado que el organismo elaborará un plan estratégico que contará con la contribución de las casi 40 instituciones públicas y privadas que forman parte del consorcio.
La conferencia inaugural del seminario ha sido a cargo del catedrático Nicholas J. Cull, que en una atención a los medios posterior se ha mostrado partidario de que Catalunya haga diplomacia pública. "Las grandes provincias como Escocia, Flandes, Quebec y Catalunya tienen la obligación de presentarse a la comunidad internacional, y no sólo para decir que son un sitio fantástico", ha dicho, "sino para contribuir a los problemas que nos afectan en todos". Cull cree que "los estados-nación solos no pueden solucionar los problemas" de hoy en día en el mundo. En este sentido, ha rechazado la decisión del TC que, según Cull, afirma que el Estado, y no las autonomías, tiene el monopolio sobre la diplomacia pública.