"¿Has ido al hospital?" "¿Te han cosido?", estas son las preguntas que le hacen con una cámara oculta a la diputada de Vox, Rocío de Meer, después de recibir presuntamente una pedrada en Sestao, el País Vasco. Con total sinceridad, y sin saber que la graban, responde que no ha ido al hospital ni la han cosido porque no se ha hecho ningún corte. También le reclaman por si tiene algún informe médico y responde, nuevamente, con un no. De Meer asegura que "no tiene nada que esconder" pero no confirma ni desmiente si todo forma parte de un montaje ya que ni la piedra, con la que teóricamente recibió el golpe, ha llegado a aparecer.
Después de esta filtración, de Meer ha querido dar un exceso de explicaciones a través de un hilo en twitter donde se justifica: "Si me lo hubiera inventado, hoy iría con una tirita, no fui al ambulatorio porque no lo vi necesario y no me pintaré la herida". La ultraderecha de Abascal reitera al lema "no tengo miedo" para afrontar la campaña para las elecciones vascas. De Meer es diputada en Almería pero en los últimos días se ha hecho un nombre entre las primeras espadas de Vox.
Comparan la sangre con ketchup
Después de la espectacularidad de las imágenes que difundieron con toda la ceja llena de sangre, la oposición se pregunta cómo puede estar, 24 horas después, sin ningún tipo de hematoma o algún punto teniendo en cuenta que lo que recibió, según dicen és una piedra.
El portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, se pregunta si la sangre también es de mentira: "Si la ultraderecha fake informa de alguna cosa, prácticamente ningún medio lo contrasta, todos lo publican como cierto y al día siguiente se comprueba que tan sólo hizo falta un poco de ketchup para que se tragaran un bulo como una catedral. Tenemos un boquete importante en nuestra democracia".