El diputado del Partido Nacional Escocés (SNP) George Kerevan asegura que "mientras el resto de Europa se fija en el Brexit, el auténtico terremoto político en el continente está en Barcelona".
En un artículo publicado este lunes en el diario escocés The National, Kerevan, que se reunió la semana pasada con Carme Forcadell en el Parlament, dice que los catalanes "están decididos a convocar un referéndum de independencia en septiembre a pesar de la ferviente oposición de Madrid". Una negativa a "gestionar las discrepancias políticas por la vía democrática", asegura, que se explica por la tradición franquista del estado español y por el hecho de que "no se llegara a un acuerdo" durante la transición que ayudara a la reconciliación.
Durante su visita a Barcelona la semana pasada, Kerevan asegura que pudo ver como "los recuerdos de la Guerra Civil y la destrucción de la autonomía de Catalunya impregnan la ciudad". En este sentido, lamenta que no se tenga lo bastante en cuenta "la vorágine de violencia que rodeó España, y especialmente a Catalunya y Barcelona" durante el conflicto y "la opresión" que caracterizó la dictadura franquista. Una "matanza" que no sólo incluyó "la prohibición del uso del catalán" sino también "el asesinato y el exilio de centenares de catalanes". Una situación que convenció al expresident de la Generalitat, Jordi Pujol, "de que los líderes del franquismo que todavía quedaban no aceptarían nunca la independencia de Catalunya".
Grupo de discusión sobre Catalunya
Kerevan, uno de los impulsores del grupo de discusión sobre Catalunya que se creó al principio de marzo en el Parlamento británico, explica la "desconfianza" de los catalanes en el Ejecutivo español a la hora de "gestionar las discrepancias políticas por la vía democrática" precisamente por este legado franquista y las carencias de la transición. "No ha habido ningún proceso de reconciliación", lamenta Kerevan ni ninguna condena del golpe militar de 1936 que derrocó el gobierno republicano español", sino que se optó por "un acuerdo tácito que permitió a los asesinos fascistas salir indemnes". "Los asesinos no han sido señalados públicamente, mientras que decenas de miles de víctimas siguen enterradas en fosas comunes", denuncia en The National.
A continuación se redactó una constitución que el mismo Kerevan describe como "democrática", entre comillas en el original, y que dice que "consagraba el concepto de España indivisible que tenía Franco". Una carta magna que es la misma que "hoy condena más de 400 cargos electos en Catalunya por facilitar un debate sobre la independencia, celebrar una consulta no vinculante el año 2014 o, simplemente, colgar una bandera catalana en el momento inoportuno en el lugar inadecuado", sentencia.