Un diputado de Izquierda Unida ha renunciado al acta del Congreso, acusado de maltratar a su mujer. Se trata del andaluz Miguel Ángel Bustamante, que la semana pasada fue denunciado por presunta violencia machista y este lunes ha anunciado su renuncia. Mediante un breve comunicado, ha explicado que toma esta decisión para cumplir lo que dictaminan los estatutos de su formación. Sin embargo, ha asegurado que es "inocente" y que la demanda es "falsa".
Paralelamente, este lunes el Tribunal Supremo ha urgido al Juzgado de Instrucción número 1 de Écija (Sevilla) a decidir pronto sobre la orden de protección solicitada por la mujer. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) detallaron que el juzgado de Écija recibió la semana pasada un atestado de la Policía Nacional en el cual se acompaña una denuncia contra el diputado por parte de su pareja por un presunto delito de maltrato. Una vez recibida la denuncia, pidió sobre su competencia para investigar los hechos — ya que Bustamante, hasta ahora, era aforado. Es el Supremo quien tiene que decidir sobre esta competencia, pero el alto tribunal ha dejado claro que el Juzgado de Écija todavía es el encargado y tiene que resolver deprisa la petición de protección. Hay que decir que con la renuncia al acta de diputado, la decisión del Supremo se puede ver afectada porque ya no será aforado.
Bustamante, suspendido de militancia
Por su parte, IU suspendió de militancia al diputado tan pronto como se hizo pública la denuncia. Fue viernes pasado cuando el partido procedió "inmediatamente" a suspenderlo, "ante la gravedad de las informaciones aparecidas en la prensa". Desde entonces, la formación sigue recogiendo información para estudiar las próximas medidas a adoptar. El responsable de organización de IU, Ismael González, detalló que aplicaron el artículo 28 de los estatutos y lo suspendieron cautelarmente.
Cuando saltó la noticia, Bustamante negó "totalmente" lo que se había publicado y aseguró no ha dado un puñetazo en su vida. Señaló que fue él mismo quien pidió la suspensión cautelar de militancia tanto al PCE como a IU, para tratar de "no hacer daño políticamente" a las organizaciones. También detalló que está en un proceso civil de divorcio desde junio y ha ligado la denuncia en eso, por la "custodia, pensión, casa...". Además, afirmó que el asunto salió a la prensa antes de conocerlo él y que eso le ocasionó "un daño moral". Finalmente, indicó estar "muy afectado".