El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha dejado claro este lunes que la dirección del partido no es partidaria de formar un gobierno de coalición con Vox en Castilla y León, porque a su entender "las experiencias de gobiernos de coalición no han traído más estabilidad ni prosperidad en España, sino todo el contrario". En entrevistas en Antena 3 y Onda Cero, García Egea ha apuntado que aunque el PP no dispone de mayoría absoluta a Castilla y León "es el momento que Mañueco pueda gobernar sin ataduras, pero comprometiéndose con un programa cierto y con un rumbo fijo". Hay que recordar que el PP convocó estas elecciones con la intención de gobernar en solitario, pero a las elecciones obtuvieron solo 31 procuradores, 10 por debajo de la mayoría absoluta (41). Así, es imprescindible el apoyo de la ultraderecha para volver a gobernar a la región.
Por su parte, el candidato del PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, no ha sido tan tajante como desde Génova. En este sentido, hoy lunes ha apuntado que existen "varias posibilidades" de formar gobierno, sin descartar una alianza con Vox para compartir al ejecutivo, algo que no gusta nada a la dirección nacional. Con todo, García Egea ha coincidido con Mañueco sobre las diferentes opciones, pero ha añadido que "hay que trabajar para disponer de un gobierno autonómico" con un programa cierto. "Creo que Mañueco ha sido claro: a partir de hoy hará una ronda de contactos con todas las fuerzas para dar estabilidad y tener un gobierno del PP", ha insistido el secretario general del partido, en referencia a las declaraciones del candidato después de ganar las elecciones.
Menos estabilidad
García Egea ha reiterado en varias ocasiones la importancia de que el PP gobierne en solitario, ya que "las experiencias de gobiernos de coalición no han traído más estabilidad ni prosperidad en España, sino todo el contrario, y es el momento de gobernar sin ataduras, pero comprometiéndose con un programa cierto y un rumbo fijo".
Estas declaraciones de la dirección del PP contrastan con las palabras de Santiago Abascal. El líder ultra estaba eufórico después de las elecciones, ya que su partido había pasado de 1 procurador en 13, y, por lo tanto, tiene la clave de la gobernabilidad. Entonces afirmó que a su candidato, Juan García-Gallardo, se le está poniendo "cara de vicepresidente". Sobre esta posibilidad, el secretario general ha remachado que "los políticos tenemos que tener cara de servidores públicos y cumplir nuestros compromisos", y al final "cada uno tendrá que responder de lo que vota o decide".
Vox se niega
La obsesión por gobernar en solitario de García Egea parece complicada escuchando García-Gallardo, que ha insistido este lunes en la intención de su partido de formar parte del Gobierno de la Junta de Castilla y León, garantizando que no facilitará un gobierno únicamente del PP y que tampoco será "la muleta de nadie". El ultra ha evitado detallar qué consejerías querría que asumiera Vox, pero ha apuntado que tendrían que ser (como mínimo) las mismas que tenía Ciudadanos a las pasadas elecciones, ya que los resultados son similares.
"Tengo que decir de manera rotunda que el resultado de las elecciones nos da el derecho y el deber de integrar el próximo Gobierno de Castilla y León, no es una sorpresa, hemos venido a hacer cambio de rumbo, eso es un punto de inflexión", ha insistido García-Gallardo, que ha sugerido que antes de hablar de sillas, habrá que hablar de derogar "políticas de izquierdas", como ahora, según defienden, la Ley de Violencia de Género o el decreto de Memoria Histórica.