¿Refundación o desaparición? Ciutadans afronta sus horas más bajas y su discurso ya no convence nina los suyos. Este miércoles la líder de la formación, Inés Arrimadas, tenía un test de estrés para mostrar este supuesto cambio que los naranjas quieren hacer después de las últimas desapariciones en el mapa electoral, pero ha acabado haciendo lo mismo de siempre: cargar contra los "golpistas" independentistas, rechazar los indultos a los presos políticos, y acusar a Pedro Sánchez de pactar con "hijos de ETA" en referencia a Bildu. Ninguna novedad y pocos aplausos.
Arrimadas ha intervenido en el hemiciclo del Congreso de los Diputados en el marco del debate del estado de la nación española, que empezó el martes y acaba el jueves. El martes el protagonista fue el presidente del Gobierno, que anunció varias medidas para hacer frente a la crisis social y energética como la gratuidad de Rodalies o impuestos contra energéticas y entidades bancarias. La réplica de Arrimadas ha dejado mucho a desear. Sobre las medidas anunciadas, ha acusado a Sánchez de adoptarlas "para superar el debate de política general sin morir políticamente" en lugar de decidirlas pensando en los españoles.
Más allá de esta crítica, Arrimadas ha vuelto a los clásicos sobre el independentismo, rechazando que Sánchez quiera resolver el conflicto político por la vía negociada. Para Arrimadas, los acuerdos de Sánchez con el independentismo son "infames", y también le parece mal la reunión entre Pere Aragonès y el presidente español el viernes en Madrid: "Se reunirá con los que nos humillan, señalan y pisan".
"Se ha saltado todas las líneas con los indultos y el acercamiento a etarras como nunca se había hecho", ha dicho Arrimadas, y entonces ha empezado a cargar contra el hecho de que ahora Sánchez tenga como socios habituales en Bildu: "Los españoles nunca perderemos memoria. Para los españoles los de Aizpurua (diputada de Bildu) seguirán siendo siempre unos auténticos hijos de ETA", ha cargado. Arrimadas así ha recurrido a la crítica contra los independentismos del estado español para guiar su discurso, de una manera muy similar a la que hizo el martes la líder del PP Cuca Gamarra, que incluso dedicó un minuto de su discurso a hacer un homenaje a Miguel Ángel Blanco.
El martes Sánchez ya contestó al PP recordando que el Gobierno hace cada año un acto para recordar a las víctimas del terrorismo, y también pidió condenar con la misma eficacia a las víctimas del franquismo. Este miércoles el presidente del Ejecutivo ha vuelto a condenar los crímenes de ETA, pero también ha pedido reconocer que desde hace 10 años la banda terrorista desapareció. En este punto, ha querido recordar aquellos "demócratas" y las fuerzas y cuerpos de seguridad que trabajaron por el fin de la violencia, y también ha mencionado a quien entonces era lehendakari, Patxi López, a quien ha abrazado cuando ha acabado su discurso.