En el lenguaje pugilístico, el jab es uno de los golpes más importantes por su versatilidad. Se utiliza para mantener la distancia, o como un golpe de distracción que precede una acción posterior. Es un golpe ligero utilizado para sondear las defensas del oponente y crear aperturas para golpes más fuertes. Este martes, Carles Puigdemont le endosó un doble jab en el mentón a Pedro Sánchez escenificado en la votación de Junts en contra de la senda de déficit que proponía el ejecutivo español, y también en contra de la reforma de la ley de extranjería. Un doble jab a la estabilidad del Gobierno justo cuando este miércoles está prevista la reunión del presidente español con quién todavía ostenta el cargo de presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y en medio de las negociaciones para la investidura de Salvador Illa como su sucesor, con la llave en el bolsillo de ERC.

Las portadas salivan con este revés de Sánchez, y ponen el acento en los juntaires, que ayudaron con sus votos a hacerlo presidente, y minimizan el papel del PP y Vox, que también votaron en contra. Pero claro está, dar el protagonismo a Puigdemont y al secesionismo, como el culpable de todos los males de Sánchez, es toda una tentación. El jab se puede convertir en un cross, un golpe directo y poderoso, en las votaciones por los presupuestos del 2025.

La prensa de Madrid celebra la humillación de Sánchez

El Mundo habla directamente "de humillación" de Puigdemont a Sánchez y destaca que deja el mandato del dirigente del PSOE "en vía muerta". Lo considera una certificación "del chantaje de Junts al Gobierno" y el voto en contra en la propuesta de la senda del déficit es un "freno a los presupuestos", justo cuando se cumplía un año de las elecciones del 23 de julio, que "lejos de haber sido una celebración parael gobierno, se convirtió en un verdadero fiasco", porque la propuesta del gobierno, tumbada por 178 votos en contra -entre ellos los 7 de Junts- y 171 a favor, supone un torpedo en la línea de flotación del proyecto de presupuestos del Estado para el próximo año. También lo ve así el ABC, que asegura que "el secesionismo vuelve a jugar con la debilidad de Sánchez" o cosa es lo mismo, que "Puigdemont amenaza la legislatura con una exhibición de fuerza en el Congreso: tumba la senda de déficit y la reforma de la ley de extranjería, en plena negociación por Illa con ERC".

También La Razón interpreta lo que pasó este martes en el Congreso como "una dura derrota" que pone de manifiesto la debilidad parlamentaria del gobierno" de Sánchez, y otorga la culpa a Puigdemont, que "contraataca y deja en el aire la legislatura al tumbar el techo de gasto". Aunque los argumentos de Junts para justificar su voto en contra se centran en el bajo porcentaje de ejecución de inversiones en Catalunya, que en palabras de Puigdemont es una inmoralidad que la ejecución presupuestaria en Madrid quintuplique la de Catalunya, el rotativo madrileño no pasa por alto que "Junts pone contra las cuerdas" al líder del PSOE mientras intenta cerrar un pacto con ERC para investir a Illa", una vinculación que es un aviso de que si Illa acaba siendo presidente, quizás peligrará mucho más que los presupuestos.

El País, por su parte, sí que reparte las culpas entre "el PP, Vox y Junts" en su titular, pero en la información interior pone el acento en los independentistas, que ayudaron a hacer presidente en Sánchez, pero que han dejado claro que este apoy tiene límites infranqueables. "El partido de Carles Puigdemont quiso enviar un mensaje a Pedro Sánchez mientras negocia con ERC la investidura de Salvador Illa en Catalunya, lo que resquebraja la mayoría parlamentaria que sostiene en el gobierno y complica el resto de la legislatura".

Reunió Sánchez y Aragonès, y aviso de Rovira

En la prensa catalana, empezando por La Vanguardia, se da más protagonismo a las negociaciones que tienen que decidir una investidura que evite la repetición electoral. El diario de los Godó destaca en su titular principal que "el Gobierno central y ERC dan pasos decisivos hacia el acuerdo de investidura", y que Sánchez se reúne este miércoles con Aragonès en Barcelona para tratar el traspaso del ingreso mínimo vital, después de que el lunes se pactó el pago de 1.520 millones de euros para mejorar Rodalies y un fondo anual para la investigación y la gestión de las becas universitarias.

El Periódico, por su parte, publica una entrevista con la secretaria general de ERC, Marta Rovira, el día en que Sánchez se verá las caras con Aragonès, pero no con la máxima dirigente de Esquerra, y la persona que pilota las negociaciones para la investidura de Illa, que se puede sentir despreciada porque el presidente del gobierno central no se reunirá con ella aunque Rovira ha pedido hacerlo. Y avisa en Sánchez que "o cumple los acuerdos pendientes o será imposible pactar con el PSC", aunque la declaración más directa es esta: "El PSOE y el PSC tienen que entender que en financiación no queremos solo la caja, queremos la llave de la caja". Ya se sabe que uno es esclavo de sus palabras.

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