Este domingo, la Assemblea Nacional de Catalunya presenta su nueva hoja de ruta por este 2023 y el 2024, en la que, como no podía ser de otra manera, el principal objetivo de la entidad es hacer efectiva la independencia de Catalunya. ElNacional.cat habla con su presidenta, Dolors Feliu, que nos detalla el contenido y sus principales aspiraciones que pasan por una confrontación total de los partidos independentistas con el Estado en Madrid (hecho que implicaría no investir ningún presidente del Gobierno), hacer saber al mundo y especialmente a Europa que el conflicto continúa bien vivo aprovechando las movilizaciones durante la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, que tiene lugar el segundo semestre de 2023 y también llevar a cabo un "nuevo embate democrático" en las próximas elecciones en el Parlament de Catalunya con la candidatura de una lista cívica.
El objetivo de la hoja de ruta de la Assemblea para el 2023-2024 es la independencia de Catalunya. ¿Como la planteáis para que sea posible en estos próximos dos años?
Lo que nosotros vemos es que ahora hay una ventana de oportunidad y estamos para plantear la independencia efectiva. El panorama político es bastante convulso: tras las municipales se han convocado inmediatamente las elecciones españolas, el govern de la Generalitat tiene un apoyo escaso en el Parlameno, mientras a fuera está habiendo un movimiento de fuerzas independentistas. Por lo tanto, creemos que puede haber una ventana de oportunidad en forma de elecciones en el Parlament, para que el movimiento independentista pueda entrar dentro de la cámara catalana a través de la lista cívica. Además, las movilizaciones han existe a ser importantes desde el 11 de septiembre y en España está la posibilidad de que el Partido Popular vuelva a gobernar, hecho que provocaría una tensión al independentismo. Todo nos lleva a que la gente puede tomar conciencia que se tiene que hacer la independencia y creemos que es posible y probable que se produzca.
La lista cívica es un proyecto específico que habla de levantar la declaración unilateral de independencia
Hace dos años ya hablabais de hacer un nuevo embate democrático y este concepto vuelve a aparecer ahora. ¿No habéis conseguido el objetivo?
En aquel momento se empezó a plantear esta opción. Y efectivamente, todavía no ha habido ocasión, porque desde entonces no ha habido elecciones en el Parlament de Catalunya. Desde entonces, cuando lo pusimos sobre la mesa, se ha ido perfilando e intensificando. Inicialmente, hablábamos de impulsar una lista cívica, y ahora hablamos de un proyecto mucho más específico como agrupación de electores con un grupo promotor, de levantar la declaración unilateral de independencia...
¿En qué momento se encuentra la lista cívica? ¿Cree que los socios lo aprobarán?
Yo creo que lo ven bien. La hoja de ruta se aprobó con muy amplia mayoría y, por lo tanto, ha quedado afianzada esta opción. Ya es la segunda vez que lo aprueban los socios y socias, teniendo en cuenta la pasada hoja de ruta. Ahora bien esta propuesta es sin perjuicio que, si en algún momento surge algún embate para hacer la independencia desde el actual Parlament de Catalunya, evidentemente también se nos encontrarán y ojalá fuera más pronto que tarde.
Aunque el president Pere Aragonès ya ha dicho que quiere agotar la legislatura, también está la opción que se acaben avanzando las elecciones como ha pasado en el Estado. En caso de que se celebraran este año, ¿la ANC tendría tiempo para presentar la lista cívica a las elecciones?
Se trata de una opción de ruptura porque hasta ahora no existia y llevamos un año hablando y debatiéndola. Como agrupación de electores, tendremos que recoger firmas al principio de la convocatoria, pero las bases ya están puestas y aprobadas por los socios.
Clara Ponsatí es un referente para el movimiento. Ni nos enfoquemos en ella ni la descartemos como líder de la lista cívica
¿Ya se ha hablado sobre quien tiene que ser su líder?
Nos imaginamos un liderazgo coral porque, de hecho, la lista cívica lo que pretende es aglutinar a las personas que sean referentes del mundo independentista y que sea el movimiento quien pueda decidir qué nombres son estos. Lo que sí que creemos es que son personas que no tienen que formar parte de la dirección de ningún partido.
Se ha hablado de la posibilidad de que el nombre escogido sea el de Clara Ponsatí.
Es verdad que no forma parte de ninguna dirección y es una persona que realmente es un referente para el movimiento. Pero ni nos focalizamos en ella ni la descartemos.
En la hoja de ruta anterior se hablaba mucho de las movilizaciones, de recuperar la fuerza del movimiento en la calle. ¿Consideráis que se ha conseguido el objetivo?
No nos daremos por satisfechos hasta que no conseguimos la independencia de Catalunya y, por lo tanto, siempre queremos ir más allá y somos conscientes de que la movilización tiene que ir in crescendo.
¿La presidencia española del Consejo de la UE es una oportunidad en este sentido?
Sí. Hay diferentes citas que se hacen aquí a Catalunya y entendemos que estova a levantar la movilización del país. Queremos visualizar en el resto de Europa que Catalunya no es España durante la presidencia española de la UE. También que la autodeterminación y la voluntad de independencia todavía están sobre la mesa. Lo que tenemos que demostrar en Europa es que si vienen a Catalunya, no van a España y que nosotros queremos tomar nuestras propias decisiones en el seno de la Unión Europea.
Cree que se ha perdido la conciencia en el ámbito europeo del conflicto entre Catalunya y España que había años atrás.
Algunas políticas de darse la mano con el estado español han hecho ver ante la Unión Europea y delante del mundo que ya no hay un problema en Catalunya, como si realmente la voluntad de independencia se hubiera fundido desde el 2017. Nuestro trabajo es quitar esta imagen y poner otra de grandes reivindicaciones.
¿El ejemplo a seguir es el de la manifestación contra la cumbre francoespañola?
Estamos satisfechos con cómo fue aquel día porque era una mañana entre semana, que hacía muy frío y vino mucha gente, pero cada vez es diferente. Ahora seguramente los actos serán en otros sitios del territorio, como podría ser Tarragona, pero el Estado no es transparente con las agendas.
En el Congreso la estrategia tiene que ser de confrontación total y no se ha dinvestir ningún presidente
Ahora mismo en el Congreso hay tres partidos independentistas, que se vuelven a presentar el 23 de julio. Cada uno de estos ha seguido una estrategia diferente. ¿Cuál considera que ha sido la más acertada?
Lo que entendemos es que la base tendría que ser la confrontación total en el Congreso. No investir a ningún presidente, reclamar el derecho a la autodeterminación y no votar nada que no pase antes por su reconocimiento. Así, la base tendría que ser una confrontación muy fuerte y no dar apoyo a nada si antes no hay un giro copernicano de sus políticas. Aunque no forma parte de la estrategia, en estos últimos días se ha hablado mucho de hacer uno "mantinc el català" también en el Congreso como forma de confrontación. Hablamos mucho de hablarlo en el Parlamento Europeo, pero ni siquiera lo podemos hablar en Madrid. Con todo, el objetivo de la asamblea no es hablar catalán al Estado, sino irse de él. Por lo tanto, es un elemento de confrontación, no un hito por conseguir.
¿Diría que algún partido independentista ha seguido esta estrategia de confrontación?
Por parte de algunos de los partidos independentistas ha habido esta idea de no investir, votar en contra de todo... es decir, algunos han hecho más confrontación de otros. Pero esto perjudica al movimiento porque parece que los catalanes vamos a hacer el juego en Madrid, con unos cuantos votando a favor de las leyes y otros en contra. Los partidos independentistas no tienen una ruta clara para hacer el embate y van al Congreso con discursos diferentes, e incluso algunos se acaban dando la mano e invistiendo presidentes.
Tenemos que recordar que nuestra misión no es salvar las Españas, sino hacer la independencia de Catalunya.
Pongamos el caso que la única manera de evitar un Gobierno de derecha y ultraderecha es que los diputados independentistas invistan el otro candidato, en este caso Pedro Sánchez. ¿La ANC cree que esta opción sería correcta?
La idea no es salvar España. La idea es hacer la independencia. Entonces todo este mensaje que vayamos a Madrid para salvarlos de un peligro nos acaba haciendo cómplices de la política de represión que ha hecho el gobierno de Pedro Sánchez en Catalunya. Él se vanagloria del 155, ha justificado el espionaje y sigue reprimiéndonos a través de la Fiscalía. Es cierto que modificaron el Código Penal, eliminando el delito de sedición como les reclamaba el Consejo de Europa, pero creando a su vez el de delito de desórdenes públicos agravados, que se focaliza contra la movilización. Tenemos que recordar que nuestra misión no es salvar las Españas, sino hacer la independencia de Catalunya.
¿Entonces no se tendría que investir a Pedro Sánchez?
No, ni a él ni a nadie.
¿Si acaba habiendo un gobierno de derecha y ultraderecha, cree que habrá diferencias respecto del trato que ha tenido hacia Catalunya el Gobierno de coalición?
Lo veremos, depende de cada uno de los escenarios. Por ejemplo, tenemos un gobierno de Aznar que hizo el traspaso del tráfico a Catalunya y al mismo tiempo tenemos un gobierno de Rajoy que nos aplicó el 155 con el PP. Y por el otro lado, a veces los gobiernos del PSOE hacen ver que dialogan mientras nos reprimen. Es verdad que la extrema derecha de Vox tiene un discurso muy agresivo como hemos visto y como ha acabado sucediendo al País Valencià donde entrarán en el gobierno. En este sentido, queremos hacer un llamamiento a la movilización para defender el catalán y la cultura de país en este territorio, para que la gente se junte y defienda la cultura y la lengua.
Que te repriman nunca es bueno, pero un gobierno de PP y Vox puede hacer despertar conciencias
¿Cree que de alguna manera, un gobierno del PP con Vox podría ayudar a reactivar la movilización y ser bueno para el movimiento independentista?
Yo no utilizaría la palabra "bueno", porque que te repriman nunca es bueno. Pero sí que quizás despertará conciencias con su lenguaje más claro y agresivo, frente otro que intenta ser más suave. La derecha y ultraderecha tienen un lenguaje más claro de intrusión y de prohibición, hecho que nos puede hacer más conscientes del problema y de la represión.
A pesar de esta represión a la cual hace referencia, los diferentes partidos independentistas han llegado a acuerdos con el PSC después de las elecciones municipales. ¿La política local es diferente de la nacional y, por lo tanto, estos se enmarcan en otra realidad o también se tendrían que priorizar los pactos entre partidos independentistas?
Los pactos no son en absoluto justificable y debilitan mucho el movimiento. Es una manera de hacernos creer que ya estamos bien dentro del Estado español y que lo que tenemos que hacer es ir pidiendo, mientras que con los pactos con el PSC a las Diputaciones, que tienen recursos, es una forma de decir "miráis que bien que estamos sin tener que cuestionarnos nada". Los acuerdos con partidos españolistas son injustificables en todas las instituciones.
Aparte de los pactos postelectorales con el PSC, en estas elecciones también ha habido un importante auge de la extrema derecha en Catalunya, tanto catalana como española. ¿Son comprables?
Hay una gran diferencia y es que los partidos de la extrema derecha castellana tienen en Catalunya una de sus fijaciones donde traer su xenofobia y eso no pasa a la inversa.
¿Pero vería con buenos ojos un cordón sanitario contra la extrema derecha independentista?
Nosotros desde la Asamblea lo que defendemos es un independentismo totalmente inclusivo y creemos que precisamente esta es nuestra gran virtud: somos un movimiento abierto a todo el mundo en un territorio de paso donde a veces las personas quedan a vivir. Somos un país abierto y rico en culturas gracias a la gente de que se va integrando aquí y estamos totalmente abiertos a estas ideas. Por eso vemos con preocupación este auge y creemos que se tiene que trabajar desde un punto de vista de políticas más sociales, de integración que hagan de esta tierra catalana lo que siempre sido: un gran mosaico de culturas que nos enriquecen. Todos somos catalanes y catalanas vengamos de donde vengamos. También es cierto que este movimiento ultraderechista crece en todo el mundo y no se salva ningún país.
Aragonès quiere agostar la legislatura y lo ha dicho claramente, la duda es con qué alianzas
Esta semana el presidente ha sustituido a tres consellers en una nueva crisis de Govern. ¿Cree que le servirá para agotar la legislatura mientras Ustedes le reclaman elecciones?
Es lo que pretende y lo ha dicho claramente. La duda es con qué alianzas lo espera conseguir. Hubo una primera investidura con los partidos independentistas que se rompió y paralelamente también un acercamiento cabe a partidos unionistas con quien cerró los presupuestos. Parecía que después de las municipales y de su pérdida de apoyo electoral, que ha sido un gran cuestionamiento de todas los políticas que se han hecho desde el Govern, había una intención de acercarse de nuevo al independentismo, pero en las Diputaciones han vuelto a pactar con el PSC.
¿Cuál diría que ha sido el gran error de Pere Aragonès en estos dos años de mandato y que lo ha llevado a esta situación de minoría parlamentaria?
Nosotros defendemos que los partidos independentistas tienen que tener un proyecto por la independencia y eso no está pasando y precisamente de aquí es de donde llora a la criatura. Ahora mismo no tiene ningún proyecto para hacer la independencia y es lo que provocó la ruptura del Govern. Y continuaremos así hasta que este país no resuelva esta cuestión, porque toda aquella gente que en el 2017 salió a defender la independencia continúan en Catalunya y siguen reclamándola, aunque quizás no tanto eufóricos como años atrás.
¿Por eso seguiréis pidiendo las elecciones anticipadas en el Parlament?
Sí, mientras vemos que no hay al horizonte un apoyo sólido para este Govern ni tampoco, que es peor, un proyecto para hacer la independencia.