Xavier Domènech (Sabadell, 1974), es historiador. Y candidato de En Comú Podem, un cabeza de lista "diésel", que a medida que ha avanzado la campaña ha ido ganando presencia y peso político. Referéndum, referéndum y más referéndum es su divisa. Las encuestas le sonríen.
¿Le gusta que le llamen 'maragallismo con piercing'? ¡Es un pendiente! Interpelamos a un espectro amplio de votante soberanista, al 80% de los catalanes que están por el derecho a decidir, por la justicia social. El grueso de la gente que contiene históricamente el socialismo catalán.
Se lo digo también por la creencia y la fe en una España plurinacional. Nosotros hemos trabajado con muchos otros pueblos del Estado, contra los desahucios o por la universidad pública. Recuerda que en el 15M, mientras acampa el movimiento de los indignados en Madrid, aparece una pancarta en la que se lee: “Si Barcelona no tiene miedo, Madrid no té por”. Tenemos una cierta experiencia, no queremos convencer a nadie de sopetón. Mantenemos un diálogo y un trabajo común desde hace muchos años, quizás no organizado, pero sí vivencial.
Usted es historiador... ¿no cree que es repetir el fracaso de la historia? La historia también tiene cosas bonitas.
Los pueblos felices no tienen historia... Eso también es verdad...
En cualquier caso, después de ver el resultado de todos los intentos habidos hasta ahora, ¿dirán que sí? ¿Por qué tendrían que ceder 40 millones de personas ante la petición de dos millones? Tenemos que pensar en el derecho a decidir, que puede suponer la expresión de una España plurinacional o la expresión de una Catalunya independiente. Tenemos gente dentro de nuestra lista que son explícitamente independentistas.
Tenemos gente en nuestra lista que son explícitamente independentistasUsted votó sí-sí el 9N. Exacto, pero nuestra apuesta es porque Catalunya pueda decidir lo que quiere. En nuestro proyecto expresamos alianzas y con el grupo parlamentario propio queremos decir que Catalunya es una realidad soberana en sí misma, y con una representación en el Congreso que exprese esta soberanía. No es una tercera vía que se haga en contra del derecho a decidir, porque consideramos que la única tercera vía legítima es aquella que ha aceptado previamente que tiene que haber un referéndum sobre lo que quiere Catalunya. Y en este referéndum se tendrán que expresar los proyectos. Y en la expresión de los proyectos, nuestra candidatura expresa una alianza, pero ese será otro debate.
¿Este referéndum lo liga a una propuesta del Estado? Un referéndum permite un debate donde el sí o el no signifique varias cosas, que haya propuestas plurales. Si la propuesta tiene que ser del Estado o de los sujetos políticos ya lo veremos. Pienso en un modelo a la escocesa, es un debate con proyectos diferentes. Habría gente que apostaría por el Estado independiente, otros por seguir como están y otros por una apuesta confederal...
Sin embargo, un “sí” o un “no”, ¿algo deben significar, verdad? Un sí significa la independencia de Catalunya con una propuesta de cómo tiene que ser esta independencia y qué significa con un debate profundo. Y el no, puede significar varias propuestas. Nosotros ahora trabajamos para la concreción del referéndum.
Así, si tienen que investir a alguien, el referéndum será condición sí o sí. ¡Claro, claro! También lo serán las políticas sociales. Ahora bien: no sacrificaremos el referéndum por nada.
No sacrificaremos el referéndum por nada¿Y qué les diría a los que los tildan de soñadores ingenuos porque aún apuestan por este referéndum? Nosotros queremos un referéndum previo a cualquier proceso constituyente español o cualquier reforma constitucional española. Eso se puede hacer, no ha sido nunca un problema jurídico sino político. No somos unos soñadores ingenuos: tejemos alianzas para hacerlo posible.
La apertura de un proceso constituyente en Catalunya ha de ser no subordinada al español... Y pueden crecer e intensificarse de manera conjunta. Y eso el proceso catalán no lo ha tenido presente. Todas las hojas de ruta contemplan una negociación con el Estado, aunque sea para el reparto de activos y pasivos. Pero nunca se plantea cómo se puede incidir que el Estado con el que tú quieres negociar se transforme a fin de que te permita votar. Tejer las alianzas para poder votar.
¿Qué relación política querría tener con la CUP? ¿Considera un espacio conjunto de la izquierda? En este país hace falta un debate amplio y plural, porque ahora el debate está atrapado con la presidencia, de cómo se construye el nuevo país. En este debate debemos de poder encontrarnos con la CUP. Pero ahora pensamos en el 20D, y el 21D.
¿Usted votaría sí-sí, si el debate fuera "igual que ahora" o "república catalana"? Trabajamos para que el debate no sea así. Si continúa así es un debate que ya hemos hecho. Nos faltan elementos para salir adelante.