La pandemia del coronavirus comportó una flexibilización de la normativa de terrazas de los establecimientos de la restauración en la ciudad de Barcelona, una medida que se tomó cuando la tímida recuperación tras el confinamiento aconsejaba no permitir la utilización del espacio interior de bares y restaurantes, de manera que se potenció el uso de la vía pública con medidas como la ocupación de la calzada con terrazas rodeadas de los bloques de hormigón tipo New Jersey y más permisividad a la hora de ocupar las aceras.

Esta situación comportó el crecimiento de las terrazas de bares y restaurantes que este verano, con una cierta recuperación de la normalidad, ha aumentado hasta crear situaciones donde los no clientes se ven desplazados de las aceras por culpa de la ocupación del espacio público por parte de negocios privados, una situación que parece contar con la vista gorda de la administración municipal.

Terrazas ocupando la mayor parte de la avenida Gaudí / FAVB

Por eso, con la intención de llamar la atención sobre la situación y evitar que el actual estado de las terrazas se consolide, la Federació d'Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB), arrancó justo hace dos semanas una campaña de sensibilización consistente en difundir vía redes sociales fotodenuncias que demostraran la situación de manga ancha a la que se ha llegado.

300 fotografías en 15 días

Dicho y hecho, la FAVB ha alcanzado la cifra de 300 fotografías en menos de quince días, que constatan cómo la situación se ha desbordado, con imágenes que demuestran que en algunos lugares no queda espacio para peatones o que se incumplen las ordenanzas en aspectos como la colocación de mesas tocando a fachada, que no está permitido, en calles demasiado estrechas o como establecimientos que superan con creces el número de mesas permitidas.

"La flexibilidad se está superando estratosféricamente", se exclama Pere Mariné, vocal de la FAVB y representante en el Consell de Turisme i Ciutat, que en declaraciones a elNacional.cat apunta que el origen de la campaña de denuncias se encuentra en la posibilidad de que la situación de las terrazas se pueda consolidar, tal como aseguró a principios de junio el primer teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni.

Los peatones tienen que hacer un slalom para poder pasar por la calle Joaquín Costa / FAVB

La plataforma de entidades vecinales denuncia que en la actualidad "se están superando el número de mesas comparadas con las licencias otorgadas" y por eso ha impulsado la campaña, como "una pequeña muestra de todo lo que está pasando".

"La vista gorda deben tener fecha de caducidad", afirma Mariné, que apunta que en ejes como la calle de Enric Granados, la avenida Gaudí o la rambla del Poblenou es fácilmente constatable el aumento constante de las terrazas en un momento en que "ya se puede utilizar el interior de los locales". "Hemos encontrado ejemplos a espuertas", afirma, poniendo ejemplos como locales "con el triple de mesas autorizadas" o que "aprovechan las ventanas como barra", y recuerda que los establecimientos deben tener un "adhesivo en sitio visible donde consten el número de mesas autorizadas". Además, recuerda que a más terrazas, más ruido en la calle.

Terrazas con bloque de hormigón

Con respecto a las polémicas terrazas en el vial rodeadas de bloques de hormigón tipo New Jersey, Mariné considera que "no fueron acertadas", pero desde la FAVB defienden que no se opondrán a la normalización con los nuevos modelos homologados, eso sí, a condición de que sirvan para "ganar espacio en las aceras, no para duplicar los espacios de mesas".

Espacio mínimo para peatones en la calle Ricardo Calvo / FAVB

Por todo ello, la FAVB reclama "normalizar la situación" y que "no se consoliden los cambios" para evitar que la ocupación de la vía pública se eternice. De momento, 300 fotodenuncias recopiladas en dos semanas muestran que el problema existe.

 

Imagen principal: El espacio para peatones, reducido a la mínima expresión en una acera de la calle Rec Comtal / FAVB