3 de agosto del 2020, el primer verano en pandemia. Hacía justo dos meses que habíamos salido del confinamiento duro, todavía no nos habíamos empezado a vacunar contra la covid y solo habíamos sufrido una ola. En este contexto, fuertemente marcado por el coronavirus, y en plenas vacaciones de verano con Felipe VI y su familia en Mallorca, la Casa Real publicó una carta en la que el rey Juan Carlos I explicaba a su hijo Felipe VI, y a todo el Estado que había decidido marcharse de España. El emérito había huido, presionado por las investigaciones judiciales sobre el origen de su fortuna en Suiza, o, en sus propias palabras, "ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada".
En un primer momento, no se sabía dónde había ido Juan Carlos: después de cuatro días en paradero desconocido y mientras desde el Gobierno negaban que fuera uno huido de la justicia, se planteó que estuviera en Galicia (donde ha acabado volviendo de regatas), Estoril (donde creció) o incluso la República Dominicana. Pero no. Juan Carlos I estaba en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, donde todavía vive y de donde no tiene la intención ni la oportunidad de volver.
Relación nula con Felipe VI
Aunque a miles de kilómetros de la que todavía es su residencia oficial, el palacio de La Zarzuela, el emérito no ha dejado de ser protagonista durante todo este tiempo. En dos años solo se ha visto con su hijo Felipe VI y su mujer, la reina Sofía, que estaba contagiada de coronavirus, en una ocasión, cuando volvió este mes de mayo para participar en unas regatas en Sanxenxo, la única vez que ha reaparecido en España. Con la actual heredera, su nieta Leonor, no ha coincidido, a diferencia de sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina y sus respectivos hijos, que sí lo han visitado a menudo en su escondite de lujo e incluso han llegado a compartir fotos, aunque editadas. De hecho, su mansión ha sido uno de los temas sobre los cuales más se ha escrito desde aquel 3 de agosto del 2020 y ha trascendido que se trata de una villa privada en la isla de Zaya Nurai que cuenta con seis dormitorios, helipuerto, playa y piscina.
"¿Explicaciones, de qué"?
La huida de Juan Carlos I se produjo en un momento muy tenso en la relación entre padre e hijo, que no ha mejorado en ningún caso durante estos dos años, sino que ha empeorado, especialmente por la actitud del emérito este mes de junio en Galicia, donde no solo se negó a dar explicaciones a los españoles, sino que lo hizo en un tono jocoso que generó mucha indignación. Su "¿Explicaciones, de qué?" ya forma parte de sus frases más recordadas como el "¿por qué no te callas?" a Hugo Chávez o el "lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir", la primera vez que salió a disculparse públicamente después de su caída en Botsuana que supuso el principio del fin de su reinado: en plena crisis económica se marchó a cazar elefantes a África y se destapó su relación con la empresaria Corinna. Durante estos dos años también se ha publicado un libro sobre Juan Carlos, Mon Roi Déchu, en el que su autora revelaba que Felipe no le habría llamado en su primer cumpleaños lejos de Palacio, aunque después se desmintió.
Desde el primer momento en que se marchó, el Gobierno, con Pedro Sánchez al frente, quiso dejar bien claro que no era una huida sino una decisión personal del emérito, mientras aprovechaban la situación para alabar la tarea de Felipe VI, a quien o han parado de elogiar durante los últimos 24 meses, comparándolo con la polémica figura de su padre, que a juicio de los socialistas lo hace quedar como un Rey ejemplar. Con todo, cuando decidió volver a Sanxenxo, desde el PSOE se mostraron molestos con su actitud y lamentaron que lo hiciera sin dar explicaciones. Una de las más críticas fue la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que habló de "bochorno". Curiosamente, sería ella quien pactó con Casa Real la huida de Juan Carlos cuando todavía era la número dos de Sánchez.
Polémica por la vacunación de las infantas
En una de sus habituales visitas al padre, las infantas Cristina y Elena protagonizaron uno de los momentos más polémicos de este periplo cuando decidieron vacunarse en los Emiratos Árabes, pasando por delante de muchos españoles que se encontraban en una situación de riesgo, ya que en aquel momento los viales contra la covid llegaban con cuentagotas al Estado. Al emérito se lo ha visto muy poco en Abu Dabi y sus salidas han sido limitadas, pero hizo una excepción para ir a ver un partido de Rafael Nadal, con quien se reunió después del torneo. El mallorquín estaba contagiado de coronavirus y se puso encima de la mesa que hubiera contagiado al exjefe de Estado, pero no fue así.
Desde el día que se marchó, se ha especulado con el retorno de Juan Carlos I. Este, sin embargo, todavía no tiene ninguna fecha fijada y ya está prácticamente descartado que vuelva al Estado de manera permanente, como él mismo aseguró en una carta dirigida a Felipe VI, pactada entre La Zarzuela y La Moncloa, en que anunciaba que si volvía lo haría por pocos días y después emprendería el camino de nuevo hacia Abu Dabi. Así fue cuando se plantó en Sanxenxo para navegar por aguas gallegas con el Bribón.
Archivo de las investigaciones
El hecho de que a principios de marzo la Fiscalía decidiera dar por archivadas todas las investigaciones que precipitaron el adiós del exmonarca después de muchos meses de rumores precipitaron su retorno meses más tarde. Durante este lapso de tiempo, los comentarios que hacían llegar sus amigos que lo iban a visitar revelaban que su deseo era poder devolver al Estado sobre el cual un día reinó y del cual se sentía expulsado. Lo consiguió en la visita a Sanxenxo, en la que también fue su reencuentro con su hijo días después en Madrid. En Galicia, aunque también hubo algunas voces críticas, fue aclamado y aplaudido, recibido en el aeropuerto como si fuera una estrella, pero en La Zarzuela su reunión con Felipe fue mucho más complicada y tensa.
Próxima parada, Portugal
Este tipo de visitas serán las más habituales a partir de ahora, el Rey siguiera viviendo en Abu Dhabi, si no hay ningún giro de los acontecimientos e irá hacia España durante unos días cuando quiera o pueda. De momento, desde las regatas no ha vuelto a pisar el Estado y aunque parecía que en agosto podría volver para huir ahora del calor del desierto, esta posibilidad ha quedado descartada y parece que su próximo destino sería Portugal, concretamente Cascais, pero ya en septiembre. Entonces participaría en una nueva regata, el Campeonato de Europa. Parece que sus visitas en España o en la península Ibérica pasarán por la vela en lugar de por un acuerdo con Felipe VI, uno de los principales motivos por el cual Juan Carlos no podrá volver a vivir en el Estado mientras espera noticias de la justicia británica.