La Audiencia de Lleida ha confirmado otra condena de dos años y medio para el rapero Pablo Hasél por amenazar a un testigo de un juicio contra unos guardias urbanos de Lleida, pena que podría sumarse a los nueve meses de prisión que está cumpliendo por enaltecimiento al terrorismo. El tribunal ha confirmado este mismo jueves la sentencia, que ha condenado Hasél por los delitos de obstrucción a la justicia, amenazas y maltrato de obra, dos días después de la condena de la Audiencia Nacional.
El juzgado de Lleida tendrá que decidir ahora si obliga al rapero a cumplir esta nueva pena de prisión impuesta, aunque la sentencia puede ser todavía recurrida ante el Tribunal Supremo. Si se rechazara, sin embargo, la pena se sumaría a las dos ya firmes de la Audiencia Nacional por enaltecimiento del terrorismo que ascienden a 2 años y 9 meses y también a otro año de prisión por no haber pagado las multas impuestas en varias sentencias. En total, pues, Hasel acumularía unos 6 años y medio de prisión.
Según la sentencia confirmada por la Audiencia, ha quedado probado que el 16 de octubre de 2012, Hasel escribió a las redes sociales que la Guardia Urbana "había comprado un testigo falso para declarar contra un compañero a quién apalearon brutalmente" y acompañaba una fotografía del testigo.
También, según la sentencia, el 18 de octubre de 2017, Hasel se dirigió al testigo, que estaba sentado en una cafetería del centro de Lleida, y le recriminó la declaración y le intentó dar una patada, antes de decirle "te mataré, hijo de puta, ya te cogeré"
La ola de protestas
El encarcelamiento del rapero -que acumula otras condenas, una de ellas de dos años que le fue suspendida en el 2019- ha desencadenado una ola de protestas que en los dos últimos días han acabado con disturbios en varias poblaciones catalanas. Para hoy ya hay convocadas nuevas manifestaciones en varias ciudades de Catalunya para protestar por tercer día consecutivo contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél. En las noches de este martes y miércoles, los Mossos han detenido a un total de 51 personas: 18 de la noche del martes y 33 de la noche del miércoles.
Además, una manifestante ha perdido un ojo a causa de un tiro de foam por parte de la policía catalana, hecho que ha comportado varias consecuencias políticas, como es el anuncio de una investigación por parte de la conselleria de Interior y la exigencia de la CUP de disolver a la Brigada Móvil.