"Temí por mi vida, de perder un ojo, nos insultaban y nos tiraban huevos, botes de humo y lejía." El diputado de Vox Ignacio Garriga ha repetido esta frase varias veces para justificar que pide 6 años de prisión para siete de los ocho vecinos del barrio del Raval, que la Audiencia de Barcelona ha empezado a juzgar este lunes, acusados de coacciones a una comitiva del partido de ultraderecha que visitó el barrio barcelonés el 2 de septiembre de 2020, después de calificarlo de "estercolero multicultural". La diputada de Vox Congrés, Rocío de Meer, ha asegurado, por videoconferencia, en el juicio que también "pasó miedo" en aquella visita al Raval, aunque ninguna persona resultó herida en la protesta de unas 30 personas. Al ser preguntada por qué en el Congreso y en las redes sociales calificó el Raval y otros barrios estigmatizados, como Lavapiés, de estercolero, la diputada ultra se ha medio desdicho de su discurso xenófobo y ha asegurado que "no lo decía por ningún barrio en concreto, sino para denunciar que ciertos políticos dejan abandonados los barrios a la delincuencia y a la inmigración ilegal".

Vecinos del Raval han hecho una manifestación desde el barrio en las puertas del Palacio de Justicia para dar apoyo a sus conciudadanos, y han gritado, tal como hicieron hace cuatro años con la visita de Vox: "Fuera fascistas de nuestro barrio!". Los Mossos de Esquadra han reforzado la vigilancia exterior e interior del edificio judicial para proteger a los representantes del partido ultra.

Un vídeo en  el barrio

A las preguntas de los abogados defensores, Laia Serra, Carlos Hurtado, Eva Pous y Norma Pedemonte, los dos diputados de Vox no han aclarado qué iban a hacer realmente en el Raval, y donde sostienen que querían hacer un vídeo para hablar con vecinos y captar la situación del barrio. "La visita no se hizo pública en la agenda del partido", ha declarado De Meer, per luego no ha  aclarado perqué iba con ellos un periodista españolista y grabándolo todo.  Los dos diputados han  manifestado que "se tuvieron que refugiar en un hotel y aguantar la puerta porque querían entrar", hasta que los escoltaron los Mossos. Los dos políticos no han identificado a ninguno de los acusados.

De Meer  también se ha salido por la tangente cuando la penalista Laia Serra le ha insistido en preguntar que le dijeron en las redes sociales cuándo afirmó dos veces que el barrio era un estercolero multicultural;  para evidenciar que Vox fomenta el delito de odio, por el cual acusa a los vecinos. "Recibo apoyos y también críticas. El discurso claro está", ha declarado De Meer. Los abogados han pedido un traductor del castellano al catalán para el interrogatorio de De Meer, pero han renunciado a él por falta de su  profesionalidad.

Los ocho vecinos del Raval, denunciados por Vox, en el juicio, en la Audiencia de Barcelona, este lunes. / Foto: J.P.

 

Las criticadas periciales de inteligencia

La fiscal de delitos de Odio, Marta Glòria López Català, pide penas de multa para los acusados, aunque también considera que cometieron las coacciones con la agravante de ideología. Además, ha rechazado que a los acusados se les aplique la ley de amnistía, como ha pedido el penalista Carles Hurtado, al sostener, que había ninguna proclama independentista. Los denunciantes, pero sí que han admitido que había banderas independentistas en la protesta en el barrio. El tribunal de la sección 7.ª  de la Audiencia lo ha descartado inicialmente, a pesar de que ha indicado que lo valorará en sentencia

Además de la amnistía, los abogados defensores han planteado varias cuestiones previas sobre la vulneración de derechos que han sufrido los vecinos en este procedimiento acusatorio, donde| el partido Vox se quería personarse como víctima y las defensas consiguieron que solo lo pueden hacer las personas, y más en un delito de odio, creado, inicialmente para defender a los colectivos vulnerables.

La penalista Laia Serra ha planteado uno de los hechos más graves y es que tanto Mossos de Esquadra como la policía española han hecho informes de inteligencia sobre "indicadores de polarización", herramienta que se utiliza para delitos graves, como grupos criminales o bandas latinas, pero que ha calificado de irregular en el caso de unos simples vecinos del barrio. "Son fichas políticas y no se puede permitir", ha denunciado Serra. En este grupo de encausados, hay David Karvala, activista y miembro de Unidad contra el Fascismo y el Racismo. El resto son vecinos anónimos, de los cuales la policía sostiene de ellos que hacen declaraciones contra Vox en las redes sociales.

Este martes continúa el juicio con la declaración del resto de denunciantes, como Jordi de la Fuente, que tiene pendiente un juicio acusado de asaltar un centro de menores no acompañados en ell Masnou. También declararán vecinos del barrio, citados por las defensas de los acusados. El jueves y viernes es el turno del testimonio de Mossos y de la Policía española, y la próxima semana tienen que declarar los encausados.