La policía española amplía la base del independentismo catalán. Hugo de 20 años, y Pedro, un vecino de Andalucía sin hogar, han sido juzgados hoy en la Audiencia de Barcelona, acusados de tirar "cosas" contra una línea policial, situada en la Via Laietana, en lado de mar, que protegía la Jefatura Nacional de la Policía, el 18 de octubre de 2019, ante las protestas de la ciudadanía contra la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes catalanes. Los dos han negado la acusación, solamente sostenida por los dos agentes de CNP que los detuvieron en la plaza de la Catedral, cuando la concentración estaba unos metros más allá, en la plaza Antoni Maura. Con todo, la fiscal ha mantenido la petición para que se les castigue a cinco años y medio de prisión por los delitos de desórdenes públicos y de atentado contra la autoridad.
"Aquel día estaba allí, charlaba con unos amigos. Me detuvieron por la espalda y me tiraron al suelo", ha declarado Hugo al tribunal de la sección séptima de la Audiencia de Barcelona. Pedro ha sido más explícito: "Me estaba liando un porro en las escaleras de la Catedral, cuando me detuvieron, y no me dejaron visitar por el médico. Vivo en la calle, en Arco de Triunfo." Por el contrario, los dos agentes han asegurado que los dos estaban con un grupo de unas diez personas, que "tiraban adoquines y botellas" contra la línea policial, que estaba a unos 50 metros de la comisaria El inspector ha explicado que decidió con un grupo ir por detrás y detenerlos. Cuando los abogados defensores Xavier Muñoz y Lluís Maria Anglada, les han pedido que individualizaran qué hacían cada a uno de los procesados, solamente han respondido que "los vieron tirar cosas" por la protesta contra la sentencia del Supremo a los líderes catalanes, centrada, por la noche, contra la jefatura. Han admitido, sin embargo, que ningún agente resultó herido.
Pelota a un ruso
Un vecino, que hizo un vídeo de las detenciones, ha desmentido todo lo que han explicado los agentes de la policía española. "El 80% de los que éramos allí éramos curiosos. Primero, padres con niños, y por la noche más turistas. La batalla estaba arriba, en plaza Urquinaona. Nadie tiraba nada. Quien disparaba era la policía que disparó una pelota de goma y le dio a una cubata que llevaba a un turista ruso", ha declarado con naturalidad.
Al final, la fiscal ha añadido en el escrito de acusación que los jóvenes tiraron adoquines y ha pedido para ellos dos años de prisión por el delito de desórdenes públicos y tres años y seis meses más por el de atentado contra la autoridad, con la agravante que se produjo en un contexto de una manifestación y que los objetos lanzados eran "peligrosos". Muñoz, defensor de Hugo, ha reprochado a la fiscal que mantenga la petición de este castigo "solamente con la prueba testifical de dos agentes y sin pruebas periféricas". También ha cuestionado que se pida agravar la pena por uso de objeto peligroso, cuando "en el atestado no detallaron nada y hoy los agentes han dicho que lanzaron cosas". Anglada, defensor de Pedro, ha añadido que "no ha habido prueba suficiente para cuestionar su presunción de inocencia", y que los agentes "no individualizan las acciones", y ha criticado que "hoy dijeran detalles nuevos", como que tipo de objetos supuestamente tiraban. "Pedro hacía cuatro días que había venido de Andalucía y se dirigía a dormir a la Ciutadella, esta es la realidad, nada más," ha concluido el abogado. Ante la falta de prueba, han pedido la absolución de los dos acusados. Las acusaciones de la fiscalía en protestas independentistas son excesivas, según mantienen distintas defensas.