El 29 de octubre de 2024 fue un punto de inflexión en el País Valencià. Y es, seguramente, una de las páginas más negras de su historia. La DANA causó 228 muertos y provocó destrozos de gran envergadura en muchos pueblos que, con impotencia, vieron cómo el agua lo arrasaba todo. Ahora se cumplen seis meses de la tragedia y el president de la Generalitat Valenciana, la máxima autoridad política del territorio, sigue sin haber aclarado del todo (y con garantías) qué hizo y con quién habló la tarde del temporal. El relato que ha ido haciendo Carlos Mazón se ha caracterizado por los cambios de versión, los giros de guion y las pruebas contradictorias que ha aportado. Su presencia en el CECOPI y su comunicación mientras los pueblos se inundaban son dos de los grandes interrogantes que todavía sobrevuelan su pasado. Y que empañan su futuro.
La comida en el Ventorro con la periodista Maribel Vilaplana para ofrecerle la dirección de À Punt, que es la versión que dio después de asegurar inicialmente que había estado en el Palau de la Generalitat trabajando, es la otra sombra de aquel día. De momento, aunque hace cuatro meses se comprometió a ello alegando que no tenía “nada que ocultar”, no ha presentado el tique de la comida. Volviendo a la tarde de la DANA, hace dos meses y medio, Carlos Mazón aprovechó un desayuno informativo en Madrid para relatar todas las llamadas que hizo o recibió. Era su escudo protector para defenderse de las críticas que denunciaban su incomparecencia en el CECOPI y su desconexión de la emergencia. “El segundo mantra es que estuve incomunicado toda la tarde y durante horas, es rotundamente falso”, afirmó. A pesar de eso, se ha demostrado que cada ejercicio de presunta transparencia de Mazón ha acabado siendo una contradicción o un lastre para el relato futuro.
De aquel intento de sacudirse las responsabilidades, hay dos derivadas: no mencionó ninguna llamada con Alberto Núñez Feijóo y no detalló las llamadas con Salomé Pradas, consellera de Justicia e Interior y responsable de emergencias, justo antes y justo después de enviar la alerta masiva a la población. En concreto, citó dieciséis llamadas la tarde del 29 de octubre. Las más relevantes fueron cinco con la consellera Pradas, tres con Vicente José Mompó (el presidente de la Diputació de València), dos con Juanfran Pérez Llorca (el síndico del PP en les Corts, que hacía una “ronda de preparación e información sobre los pueblos”) y una con Jordi Mayor (el alcalde de Cullera, que afirmó que esta llamada fue “más propia de alguien que acaba de salir de una comida de cinco horas”).
¿Por qué escondió la llamada de Salomé Pradas un minuto antes de enviar la alerta?
Una de las últimas novedades de la instrucción de la jueza de Catarroja son las dificultades que tuvo Salomé Pradas, que ahora está investigada judicialmente, para contactar con Carlos Mazón el día de la DANA. El registro telefónico que entregó a la magistrada reveló que el president valenciano estuvo ilocalizable e incomunicado durante un buen rato la tarde de la DANA. Los dos hablaron a las 18.30 h, pero posteriormente Pradas intentó contactar con él a las 19.10 h y a las 19.36 h y no lo consiguió. Hasta que contactaron a las 19.43 h (cuando la Horta Sud ya se había inundado) durante 48 segundos. Y también a las 20.10 h, justo un minuto antes del envío del mensaje ES-Alert, y a las 20.19 h.
Ahora bien, cuando Mazón detalló las llamadas del 29 de octubre, relató con una precisión milimétrica las cinco llamadas que hizo con Salomé Pradas antes de las ocho de la noche. Pero evadió dos: la de un minuto antes de la alerta y la de ocho minutos después del envío. ¿Por qué? En aquel momento, la estrategia del president valenciano todavía no era (como sí ha sido posteriormente) decir que había llegado al CECOPI cuando la alerta masiva se había enviado.

Sin embargo, el PP sigue cerrando filas con Mazón y quita hierro a las dificultades que tuvo Pradas para hablar con él en uno de los momentos álgidos del temporal. “Ha dicho que es verdad que no habló con Salomé [Pradas], pero sí que habló con directores generales, uno de ellos estaba en el CECOPI. Por lo tanto, sí que estaba siendo informado en tiempo y forma”, defendió la vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, Ester Muñoz. “No pudo ser informado de que se podía desbordar el Barranco del Poyo porque quien tenía la obligación de hacerlo, no lo hizo”, añadió, siguiendo la estrategia de Génova de señalar a los organismos que dependen del Gobierno.
Por su parte, el president valenciano respondió que el 29 de octubre habló por teléfono con Pradas durante “todo el día” y sostuvo que entre las 18.30 horas y las 19.43 horas (cuando Pradas no pudo contactar con él) pudo “hablar y responder y atender llamadas de muchas otras personas”. “Se ha demostrado perfectamente que no solo no estaba ilocalizado ni ilocalizable, sino que estaba perfectamente comunicado con todo el mundo que me quiso llamar y con todo el mundo a quien yo pude llamar”, subrayó.
¿Habló con Alberto Núñez Feijóo la tarde de la DANA?
El otro gran interrogante es la comunicación que hubo entre Alberto Núñez Feijóo y Carlos Mazón la tarde de la DANA. ¿Se llamaron? ¿Cuándo? ¿De qué hablaron? Son interrogantes que todavía no se han resuelto. “Desde el lunes, me ha informado en tiempo real y, desde el martes, me estuve informando”, aseguró el líder del PP dos días después de la DANA en unas declaraciones desde el CECOPI. En aquel momento, eran unas palabras que se enmarcaban en la normalidad. Ahora bien, cuando semanas más tarde Mazón relató todas las llamadas que había hecho o recibido no mencionó ninguna con el presidente del PP. Hace un mes, Ester Muñoz sostuvo en una entrevista en Antena 3 que, “probablemente”, Mazón quería decir que “habló con Feijóo a las nueve, a las diez, a las once [de la noche del martes 29] o por la mañana [del miércoles 30]”.
Ahora bien, tanto en Génova como en la Generalitat Valenciana intentan pasar de puntillas sobre este tema. “No sé qué aporta abrir un debate sobre las llamadas del president. Hizo las necesarias para conocer la situación de emergencia que se estaba produciendo”, replicó el martes la vicepresidenta del gobierno valenciano, Susana Camarero, que consideró que es “irrelevante” si el president valenciano y el líder del PP hablaron por teléfono. Mientras tanto, el PSOE exige a Feijóo y a Mazón que publiquen las llamadas y mensajes del día de la DANA porque considera que tienen una “relevancia importantísima”. “[Feijóo tendrá] que explicarlo en la comisión de investigación [del Congreso] y quién sabe si en algún momento también ante un juez”, avisó a la portavoz del PSOE, Esther Peña, hace unos días.
Las cinco contradicciones: ¿a qué hora llegó Carlos Mazón al CECOPI?
Otro de los grandes interrogantes que cernieron las semanas posteriores a la DANA fue la hora en la que Carlos Mazón hizo acto de presencia en el CECOPI. Era incontrovertible que el president valenciano había llegado horas después de que hubiera arrancado a las cinco de la tarde (con una “gran demora” en opinión de la jueza de Catarroja). Pero no estaba claro a qué hora se había presentado. La última versión de Mazón (sin tener la certeza de que sea la definitiva) es que entró en el CECOPI a las 20.28 horas, según lo testimonia una fotografía que la Generalitat Valenciana remitió a la magistrada. Más tarde, un peritaje concluyó que es “técnicamente falsa” y eso llevó a Podemos a llevar la presunta manipulación a la Fiscalía. Además, Joan Baldoví, líder de Compromís, aseguró en una entrevista en La Noche en 24 Horas que tiene un “testimonio que lo vio entrar” a las 19.45 horas. Sea como sea, era el relato que servía al president valenciano para exculparse del envío tardío de la alerta masiva a la población.
De hecho, semanas antes de que apareciera la fotografía de las cámaras de vigilancia, el Govern valenciano ya había responsabilizado a Salomé Pradas del envío de la alerta en un informe remitido a la jueza. Sin embargo, la versión de que Carlos Mazón llegó al CECOPI más allá de las ocho de la noche y cuando se había enviado la alerta choca con el relato que dieron tanto él como su equipo los días posteriores a la DANA. Hay hasta cinco contradicciones.
Contradicción con lo que dijo en les Corts. “Cuando fui advertido de que la situación en la presa de Forata se agravaba, me desplacé al Centro de Coordinación de Emergencias, donde estaba constituido y trabajando el CECOPI. El viaje no fue fácil. El mal tiempo, como es normal en estas situaciones, produjo gran densidad de tráfico y alargó el trayecto hasta que llegué a Eliana”, relató en noviembre cuándo compareció en Les Corts. El peligro de la presa de Forata se conoció hacia las seis de la tarde.
Contradicción con declaraciones suyas a los medios de comunicación. Él mismo, el 9 de noviembre, aseguró a preguntas de los periodistas que se incorporó al CECOPI “personalmente” cuando se vio que venía la “revolución hidrológica a partir de las siete”. Y tres meses después, el 7 de febrero, en una entrevista a la SER, aseguró que estaba allí a “media tarde”.
Contradicción con la versión de su equipo una semana después de la DANA. Todo eso coincidía con lo que había difundido su entorno una semana antes: cuando confirmó que Mazón había comido con la periodista Maribel Vilaplana, su equipo especificó que, después de la comida, llegó a las seis de la tarde al Palau de la Generalitat, desde donde “seguía informándose de la DANA a través de todo el personal de la Generalitat que estaba presencialmente a la reunión del CECOPI”. Presidència aseguró que no fue “hasta las 19 horas pasadas”, cuando le comunicaron el riesgo de la rotura de Forata y el “cambio radical de escenario, con el peligro que eso suponía”, que el president valenciano se desplazó hasta el CECOPI. Entre el Palau de la Generalitat y el CECOPI hay 23 minutos en coche.
Contradicción con la excusa por no haber respondido las llamadas de Teresa Ribera. “Me costó hasta cuatro llamadas localizar al señor Mazón aquella misma tarde”, reveló la entonces ministra Teresa Ribera en una entrevista a Hora 25 de la Cadena SER. Y Mazón replicó con la captura pantalla de un SMS que Ribera le había enviado el día 29. “Basta de manipulaciones. Este SMS, a las 20.20 horas, después de enviar el alerta y sin cobertura al CECOPI. Eso es lo que pasó”, contestó el president valenciano. Ahora bien, según la versión que difundiría tres meses después la Generalitat, a aquella hora Mazón todavía no estaba en el CECOPI, donde llegó ocho minutos después de recibir el SMS de Ribera.
Basta de manipulaciones.
— Carlos Mazón (@carlos_mazon_) November 8, 2024
Este SMS, a las 20:20h después de enviar la alerta y sin cobertura en el CECOPI.
Eso es lo que ocurrió. https://t.co/UYJ16JlPOa pic.twitter.com/VtX36bENTU
A pesar de todo, de momento, no se puede saber con certeza cuándo llegó Mazón al Palau de la Generalitat y cuándo se marchó de allí porque el Govern valenciano eliminó las imágenes de las cámaras de seguridad del día de la DANA. El PSPV-PSOE y Compromís reclamaron recuperar los vídeos para analizar la actividad de Mazón y contrastar su versión, pero la Generalitat respondió que las imágenes fueron destruidas en “cumplimiento de la ley”. Y esparcían otra sombra de duda sobre el paradero de Mazón ese día.