El diario alemán Telepolis ha publicado un duro reportaje sobre las detenciones de alcaldes, periodistas y estudiantes ayer en Girona, advirtiendo que "la represión vuelve a golpear a Catalunya". El diario recuerda que eso sucedió mientras en Andalucía se investía a un presidente con el apoyo de la extrema derecha española, y el mundo estaba pendiente del Brexit.
Telepolis se muestra sorprendido de que las detenciones las efectuaran personas "con la cara cubierta, armadas y no identificadas" como si se tratara de un caso de gran delincuencia, pero que después todos los detenidos fueron puestos en libertad el mismo día. "El abogado Benet Salellas no halla ninguna explicación legal para estas detenciones. El hecho de que ninguno de los detenidos comportaba un peligro especial está claro, ya que todos fueron puestos en libertad el mismo día. La policía justifica las detenciones porque habrían ocupado vías de tren. El abogado explica, sin embargo, que no son habituales las detenciones por 'perturbar el orden público'", señala Telepolis.
El diario remarca también que la policía causó heridas al alcalde de Verges (Baix Empordà), Ignasi Sabater, y que a causa de ello tendrá que mantener la mano inmovilizada durante dos semanas.
Telepolis se extiende expresamente en el caso de la detención del fotoperiodista de El Nacional Carles Palacio, y detalla que fue detenido por personas que iban vestidas de paisano, no identificadas, y que lo metieron en un coche en una situación confusa. Recuerda que el también fotoperiodista Jordi Borràs consiguió grabar la escena en un vídeo y subraya que, después de salir en libertad, Palacio volvió al trabajo y cubrió con profesionalidad la manifestación por las detenciones en Girona.
Según Telepolis, la persecución de periodistas no es un caso aislado en Catalunya, y recuerda en este sentido que el director de TV3, Vicent Sanchis, y de Catalunya Ràdio, Saül Gordillo, están imputados por haber emitido publicidad del referéndum del 1-O. Añade que periodistas de TV3 han sido el blanco de ataques de forma repetida en concentraciones unionistas. También recuerda que en un acto de Ciudadanos se agredió a un cámara de Telemadrid porque los asistentes creían que era de la televisión catalana.
"La radiodifusión pública catalana es una espina que tienen clavada los unionistas españoles, lo que se ha puesto de manifiesto desde hace tiempo, cuando en otoño de 2017 se intentó intervenir la televisión y la radio", añade el periódico.