Este jueves 2 de noviembre, Día de Difuntos, es una jornada clave para la investidura de Pedro Sánchez, para la cual Francina Armengol todavía no ha fijado oficialmente ninguna fecha pero se prevé para la próxima semana. Después de unas primeras semanas de octubre con las negociaciones avanzando lentamente, a finales de mes el PSOE ha apretado el acelerador para conseguir el apoyoe de los partidos independentistas para mantenerse en La Moncloa. Si el lunes los socialistas se reunieron con Carles Puigdemont en Bruselas y el martes anunciaban con ERC un acuerdo para la amnistía, este jueves está marcado por la reunión de la Permanente de Junts en Bruselas y también por la reunión -telemática- de la Ejecutiva de los republicanos para evaluar los acuerdos con el PSOE, después de que los de Oriol Junqueras anunciaran por la mañana el acuerdo por el traspaso integral de Rodalies, una de sus principales demandas y que el equipo de Sánchez todavía no ha confirmado.
Un acuerdo que tiene que pasar por la militancia
El traspaso del servicio de Rodalies y la amnistía eran dos de las tres carpetas que ERC exigía a Sánchez para su apoyo, aparte de avanzar en el derecho de la autodeterminación, por el cual todavía no se ha llegado a ningún acuerdo. Está previsto que después de la reunión de la Ejecutiva del partido, Oriol Junqueras comparezca desde la sede de la calle Calàbria para dar los detalles del pacto, que se pudría singar hoy mismo. De todos modos, será la militancia quien tendrá la última palabra, ya que el acuerdo será sometido a la votación de las bases, tal como adelantó el partido a finales de julio, después de su porrazo electoral que supuso la pérdida de hasta seis diputados en Madrid. En el 2020, ERC ya consultó a la militancia si validaba el acuerdo al cual habían llegado con el PSOE para abstenerse en la investidura Pedro Sánchez después de las elecciones del 10 de noviembre del 2019. Entonces, un 96,4% del Consejo Nacional del partido votaron a favor de abstenerse para facilitar la investidura del socialista, después de que los dos partidos llegaran a un acuerdo por el reconocimiento del conflicto político entre Catalunya y España.
Justo hace una semana, desde Belfast, Oriol Junqueras enviaba una advertencia clara al PSOE: "Es imposible que haya un acuerdo si el Gobierno no hace nada para llegar", decía desde la sede de Sinn Féin, dónde se había reunido con Gerry Adams. Aquel mismo día, ERC denunciaba los "nulos avances" en materias que consideraban clave como el traspaso de Rodalies, poniendo el foco sobre la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, que también forma parte del equipo negociador socialista. Días más tarde, este mismo lunes, la portavoz del partido, Raquel Sans, aseguraba que las negociaciones se habían intensificado, pero que el acuerdo para el sí de los republicanos a Pedro Sánchez todavía estaba lejos. Aquel mismo día el PSOE se fotografió con Puigdemont en Bruselas y apretó el acelerador para la investidura.