El Tribunal Constitucional turco ha aceptado la acusación presentada por uno de los principales abogados del Estado turco, presidido por Recep Tayyip Erdoğan, para exigir la prohibición y disolución del partido político prokurdo, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP). Este partido consta actualmente de 67 diputados a la oposición en la Asamblea Nacional de Turquía.
Censura política
Esta censura implica la prohibición de ejercer la actividad política además de 500 personalidades prokurdas, entre ellas los copresidentes de HDP Pervin Buldan y Mithat Sancarr. Esta decisión obliga al Partido Democrático de los Pueblos a entregar todos sus activos y cuenta bancarios que serían entregadas al régimen de Erdogan. El HDP tiene sesenta días para recorrer a la decisión que tome el Tribunal Constitucional.
Esta censura política se tomaría alegando vínculos con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y ahora bastante armada revolucionaria, su presidente el Abdullah Öcalan fue condenado en 1999 a cadena perpetua por delitos de terrorismo y separatismo.
Represión contra los Kurdos
El partido HDP que ahora se ve atacado por el régimen de Erdogan ya fue duramente reprimido, el diputado por el Partido Democrático de los Pueblos Ömer Faruk Gergerlioğlu fue privado de su inmunidad parlamentaria al ser acusado de difundir "propaganda de una organización terrorista". Todo eso por haber retuiteado una noticia de 2016 que instaba en el Estado turco y al PKK a conseguir un acuerdo de paz.
Este nuevo intento de acabar con el movimiento kurdo e intentar disolver el partido HDP representa la continuidad de otras maniobras similares para disolver partidos asociados al movimiento kurdo que se remonta décadas atrás. Siete de estos partidos vinculados al movimiento kurdo han sido prohibidos por el régimen turco desde 1990.
Persecución en la prensa
De hecho, el Tribunal de Derechos Humanos condenó al país que lidera Erdogan por la detención arbitraria y para no proteger los derechos a la libertad de expresión de un periodista del diario Cumhuriyet. Turquía acusó al periodista de "hacer propaganda de organizaciones consideradas terroristas por el Gobierno", en referencia al PKK kurdo.
Desde el 2016, el régimen de Erdogan inició la detención de miles de disidentes a raíz del intento de golpe, según el gobierno perpetrado por una facción rebelde del ejército e impulsado por el exiliado Fethullah Gülen.