Que los cinco principales partidos del Parlament se pondrán de acuerdo para arrinconar a la extrema derecha es indudable. Sin embargo, a medida que avanzan los días, va quedando claro que les costará más llegar por las formas que por el fondo. El PSC, ERC, Junts, CUP y comunes suman 115 de los 135 escaños y están determinados a aislar a Vox siempre que se pueda. Ya se han empezado a mover para conseguirlo y los primeros contactos dejan al descubierto la pugna para liderar el Pacto Antifascista.
Este miércoles al mediodía se celebró un primer encuentro multilateral, al margen de las negociaciones por la investidura. Participaron los partidos independentistas y los comunes, pero no el PSC. A partir de aquí, las partes implicadas divergen sobre el tono del encuentro.
Quien ha destapado la reunión ha sido la CUP, que en un comunicado ha explicado que fue a instancias suyas que se organizó la cita "para establecer el marco que frene los discursos de odio de la extrema derecha al Parlament": El objetivo, "encontrar los consensos de las mayorías para materializar el cordón antifascista" más allá de las luchas partidistas. La nota de los anticapitalistas incorpora una mención específica a la ausencia de los socialistas, "a pesar de estar convocados". Según los socialistas, se les avisó con demasiado poco margen y sin especificar bien el motivo del encuentro.
Los comunes consideran que no es adecuado referirse a este primer contacto como reunión y afirman en este diario que fue sólo más bien una conversación informal para empezar a poner las bases.
El Wathsapp de convocatoria
Fuentes del PSC consultadas por ElNacional.cat niegan la mayor. Según explican, uno de sus diputados recibió un mensaje de los comunes a última hora del martes para convocarles a "un encuentro informal entre ERC, a CUP, JxCat." En el escrito, al que ha tenido acceso este medio, dice que "la idea sería plantear la posibilidad de, si lo vemos, hacer una agenda conjunta sobre temas de diversidad cultural/ migraciones/interculturalidad/antiracismo (no sólo de manera específica sino con perspectiva transversal) en aquellos puntos en los que tengamos acuerdo y para sumar fuerzas". En ningún momento se hace referencia a Vox. El mensaje insiste en que "sería una primera toma de contacto" y que "se trata de crear sinergias en este sentido si hay voluntad".
Precisamente este miércoles el PSC hizo pública una propuesta compartida para blindar el Parlament de Vox. El documento lo entregaron en mano a los comunes, durante la reunión que mantuvieron para abordar la viabilidad de un acuerdo de investidura y este jueves lo han hecho llegar al resto de partidos. Aseguran que la intención es conseguir implicar incluso Cs y el PP, que de momento se han desmarcado de la idea de hacer un cordón sanitario.
En paralelo, este jueves, Jèssica Albiach ha enviado una carta a los grupos parlamentarios para emplazarlos a una reunión formal para construir el muro contra Vox.
Que el cordón llegará, pues, es una evidencia. Sólo queda aislar el ruido y ponerse a trabajar.