"Una entidad independiente y también la UE tendrían que investigar el CatalanGate", ha sentenciado el director de Citizen Lab, a Ronald Deibert, en una entrevista a elDiaro.es. Después de destapar el caso de espionaje a 65 personas del entorno independentista, el líder de Citizen Lab remarca que es necesario averiguar "quién ordenó el espionaje, quién pagó por Pegasus, cuánto se pagó y qué tipo de autorización se otorgó". Deibert ha evitado señalar directamente al Estado español como el responsable, pero ha asegurado que "no atribuimos el espionaje que hemos destapado en ninguna agencia del Gobierno en particular", pero ha añadido: "Si es el Gobierno (quien está detrás de este espionaje), no me sorprendería".
El director de Citizen Lab ha expuesto que la mayoría de los Estados tienen la obligación de llevar a cabo tareas de vigilancia, sin embargo, estas actividades tienen que poder ser fiscalizadas y no tienen que ser opacas, el que sí que se da en el caso del CatalanGate. Esta circunstancia ha llevado a Deibert a alertar de que este caso "tiene que ser un toque de atención" que muestre las flaquezas en el control de las actividades de los servicios de Inteligencia españoles. Justamente por esta opacidad ha pedido: "El ideal sería organizar una investigación especial sobre el CatalanGate, que esté a cargo de una entidad independiente y bien dotada (...). También creo que la Unión Europea tendría que iniciar una investigación aparte, ya que algunos de los ataques tuvieron lugar mientras las víctimas estaban en Bélgica, Alemania y Suiza. Se suplantó la identidad de ONG a Suiza para engañar a las víctimas, cosa que es muy inadecuada".
Un gran caso
A la entrevista de Deibert en elDiario.es, ha destacado como los sorprendió en Citizen Lab descubrir el alcance del CatalanGate. "El gran número de víctimas que hemos descubierto en un solo caso es insólito y, de largo, el más elevado de cualquier investigación de Citizen Lab", ha afirmado. El director también ha destacado los objetivos que se habían escogido para espiar. "Acceder a los dispositivos pirateados de amigos y familiares muestra un uso extremadamente imprudente de la tecnología de vigilancia", ha expuesto.
Deibert ha recordado que la entidad que dirige empezó a investigar lo que acabaría siendo el CatalanGate durante la segunda mitad del 2019, cuando la misma entidad se ofreció para ayudar en Whatsapp a notificar a las víctimas de un ataque de Pegasus que la compañía de mensajería había detectado. "Notificamos varios catalanes y, en aquel momento, ninguno optó por hacerlo público. (...) Desde entonces, hemos estado haciendo investigaciones y entrevistas, según las estrictas pautas éticas de la Universidad de Toronto", ha explicado. La investigación se basó en "entrevistas muy cuidadosas a potenciales víctimas y objetivos". De esta manera fueron estirando un hilo que los llevó a una gran telaraña de políticos, abogados y activistas independentistas espiados. Un espionaje que no puede asegurar que no continúe más allá del 2020: "Es posible, pero ahora mismo no tenemos evidencias para decir que sea así".