Tres meses de intensa negociación llevada al límite se han acabado traduciendo en un documento de 46 páginas que servirá de guía para el nuevo gobierno de coalición entre Esquerra Republicana y Junts per Catalunya, con Pere Aragonès al frente. Se estructura en cuatro apartados, el primero de los cuales es el que más sudor ha costado para sellar, el de "la estrategia independentista para hacer la República Catalana". Se apuesta claramente por el referéndum pactado y se deja abierta la alternativa en caso de que la mesa de diálogo fracase.
Antes de desgranarlos, dedican tres páginas a la conjura para "acomodar las dos estrategias para alcanzar la independencia, trabajando juntos rehaciendo complicidades y lealtades." Asimismo, se exponen los valores que deberán regir en el nuevo ejecutivo, y que son "corresponsabilidad, lealtad institucional, respeto mutuo y coordinación para garantizar la estabilidad a lo largo de toda la legislatura". Al mismo tiempo, ERC y Junts "reconocen las diversidades de opiniones sobre las políticas públicas y la estrategia de país". Ahora bien, aseguran "aceptar y respetar esta diversidad", así como el derecho de cada formación a "mantener su posición", si bien "se comprometen a resolver las diferencias y conflictos del día a día constructivamente". Todo, con el objetivo de "minimizar" el impacto de futuras crisis a la cohesión del gobierno.
El papel del Consell per la República
Entre los aspectos que se destacan está la creación de lo que se define como Espacio de coordinación, consenso y dirección estratégica. Será, dice el texto, un órgano a 5 —con ERC, Junts, la CUP, Òmnium y la ANC— "de modo que signifique este liderazgo compartido necesario para representar la diversidad del proyecto colectivo". La palabra clave que se utiliza para referirse al papel del Consell per la República es "coordinación". Ahora bien, se añade que una vez este ente culmine "su reformulación en consenso entre todas las organizaciones", este nuevo estado mayor del procés se situará "en el marco" del Consell, que era la reivindicación de Junts.
En las primeras páginas del documento, eso sí, se explicita claramente que "el President de la Generalitat de Catalunya sólo responde por sus actuaciones políticas ante el Parlament de Catalunya, en tanto que es la cámara que le ha otorgado la confianza y representa la voluntad de la ciudadanía de Catalunya". Ha sido la fórmula escogida por ERC para dejar claro que Pere Aragonès no estará sometido a ninguna tutela.
Los límites de la mesa de diálogo
Asimismo, ERC y Junts han conjugado sus respectivas hojas de ruta hacia la independencia, de manera tal que se deja claro que los recelos de los junteros con la mesa de diálogo no serán un obstáculo para que ésta pueda resucitar. ·El objetivo, conseguir el referéndum pactado para "sustituir el mandato político del 1-O". Eso sí, en paralelo se comprometen a preparar el terreno por si hay que avanzar con un "nuevo embate democrático", sin hacer mención explícita a la unilateralidad. Sí que se pone énfasis en la necesidad de ir haciendo el trabajo a nivel internacional para que los organismos europeos puedan avalar, llegado el caso, un referéndum acordado y vinculante.
En ese sentido se detalla que "ERC apuesta por seguir explorando al máximo la Mesa de Diálogo y se compromete a no dilatar la mesa innecesariamente", mientras que, por su parte, "Junts asume dar una oportunidad a este espacio". Y se añade que "el escepticismo y las dudas de Junts per Catalunya sobre los resultados de la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo, no serán un impedimento para trabajar y participar lealmente en el procés de diálogo y negociación con el Gobierno.
A diferencia del documento rubricado con la CUP, que le daba dos años, no se fija el margen temporal que se dará a la mesa. Sólo se explicita que se la someterá a "monitorización con objetivos verificables con el fin de garantizar la evaluación continuada sobre el grado de consecución de los hitos metodológicos y políticas planteadas previamente por las formaciones independentistas. En base a esta evaluación se decidirán los pasos siguientes, incluida la continuidad del proceso de negociación".
En el apartado del despliegue del programa de gobierno, se incorporan buena parte de los puntos recogidos en el acuerdo con la CUP, por ejemplo, la voluntad de explorar un programa piloto para la creación de una renta universal. También se incluye el compromiso de revisar el modelo de seguridad, pero se circunscribe al marco de una comisión parlamentaria.
Con respecto al reparto de las conselleries, habrá siete para cada partido, aparte de la presidencia para Aragonès y la vicepresidencia para Artadi. ERC dispondrá de Presidencia, Interior, Feminismos e Igualdad, Educación, Empresa y Trabajo, Acción Climática, Agricultura y Alimentación y Cultura. Junts se ocupará de Salud, Economía y Hacienda, Justicia, Políticas Digitales e Infraestructuras, Acción Exterior y Transparencia, Investigación y Universidades y Derechos Sociales.
En la imagen principal, Aragonès y Sànchez. / Sergi Alcàzar