En los últimos años, la figura de Pablo Escobar ha vuelto a tomar relevancia fuera de las fronteras colombianas gracias a superproducciones como Narcos. Si bien hoy en día muchos colombianos todavía recuerdan de primera mano los años de plomo que el cártel de Medellín impuso sobre el país, más allá de sus fronteras, la figura del narco ha sido romanizada por miles de personas. Todo esto ha conducido a que se produzcan y se compren souvenirs de Pablo Escobar. Ahora, un proyecto de ley que persigue este tipo de souvenir será debatido en el Congreso de Colombia, levantando polvareda entre los que se benefician del hecho de que los turistas compren este tipo de iconografía de Escobar y los que quieren impedir que se siga elogiando su figura.
El proyecto de ley propone multas de hasta 170 dólares para los vendedores que ofrezcan mercancías que representan a Escobar y a otros delincuentes condenados, y también permitiría a la policía multar a los que lleven camisetas, sombreros y otras piezas que "enaltezcan" el famoso capo de la droga, según informa The Guardian. "Estos artículos están revictimizando a personas que fueron víctimas de asesinos", apunta Cristian Avendaño, representante del partido Alianza Verde de Colombia que redactó el proyecto de ley. "Tenemos que proteger el derecho de las víctimas a recuperarse y encontrar otros símbolos para nuestro país", sentencia Avedaño.
El negocio del turismo narco en Colombia
La propuesta de ley no ha sido bien acogida por toda la sociedad, ya que una parte de esta se lucra con este tipo de souvenirs. Los vendedores de recuerdos del histórico barrio de La Candelaria de Bogotá se han opuesto públicamente a la medida y critican que limita la libertad de expresión. "Creo que es una ley muda", declara al diario británico Rafael Nieto, un vendedor ambulante que vende productos con la imagen de Escobar. "No es una tendencia que me haya inventado yo; los mexicanos, los costarricenses, los americanos siempre me piden mercancías de Escobar", defiende al vendedor.
No solo los vendedores de souvenirs se benefician de la creciente fascinación por el pasado del narco. En su ciudad natal, Medellín, los operadores turísticos organizan visitas a lugares relacionados con la vida de Escobar. "No podemos seguir alabando a esta gente y no actuar como si sus crímenes fueran aceptables. Hay otras maneras para que las empresas crezcan y otras maneras de vender Colombia al mundo", apunta Avedaño.
Por ahora, el proyecto de ley todavía tiene que superar cuatro debates para ser aprobado por el Congreso. Es difícil augurar si los superará, pero existe un posible precedente que podría ser esperanzador para aquellos que están a favor. El año pasado Colombia rechazó una solicitud de marca comercial del nombre de Pablo Escobar, presentada por su viuda y sus hijos, para vender lo que calificaron de productos educativos y de ocio.