La ausencia inicial del lehendakari en la conferencia de presidentes prevista para este viernes en Salamanca apuntalaba la posición del president de la Generalitat, Pere Aragonès, de no asistir. No iba a ser el único en quedarse fuera de la foto. A última hora, sin embargo, ha llegado el clásico giro de guion de la agenda vasca, con el anuncio de Íñigo Urkullu confirmando su participación a la cumbre, tras haber rascado la enésima concesión por parte de la Moncloa relacionada con la gestión propia de los impuestos. Sin embargo, fuentes del entorno del president catalán indican a ElNacional.cat que el rechazo a la invitación es inalterable, que "la decisión está tomada".

La razón de fondo que motiva el plante del jefe del ejecutivo catalán es que, al margen de la mesa de negociación sobre el conflicto político de fondo, el Govern aspira despachar y resolver las cuestiones autonómicas y competenciales a nivel bilateral, es decir, hablando de tú a tú con el gobierno del Estado, sin la compañía del resto de comunidades. La interpretación de presidencia es que un espacio multilateral, donde participen el resto de autonomías, no hace más que descafeinar el encuentro y está pensado más bien para conseguir una fotografía.

El orden del día no convence

Aragonès se acabó de ratificar en su no tras recibir el orden del día previsto para la reunión de presidentes del viernes. Su equipo esgrime que se trata de un guion demasiado abierto, con sólo dos puntos, establecidos sin ningún trabajo ni intercambio previos a nivel técnico. Concretamente, los dos puntos que se tratarán, según se ha hecho llegar a los respectivos gobiernos autonómicos son, por una parte la campaña de vacunación, la situación de la pandemia y la gestión de los fondos europeos y, de la otra, la presentación de la estrategia 2030 para hacer frente al "reto demográfico".

Precisamente el primer apartado, específicamente el que tiene que ver con los fondos Next Generation, es uno de los temas que el ejecutivo catalán tiene intención de abordar en la comisión bilateral Estado-Generalitat convocada para el próximo lunes 2 de agosto. En el acuerdo de presupuestos que ERC firmó con el gobierno de Pedro Sánchez en noviembre pasado, el líder socialista se comprometía a favorecer la "cogobernanza" de esta inyección millonaria proveniente de Europa para la reconstrucción económica de los estados miembros. A cambio del de los republicanos a las cuentas generales del Estado, Moncloa se comprometía a que la Generalitat pudiera administrar directamente el fondo.

El dinero debe servir para financiar proyectos de reactivación y transformación de la economía. El gobierno catalán calcula que le corresponden unos 30.000 millones de los 72.000 que recibirá España. La estimación parte del cálculo del PIB catalán y el peso demográfico de Catalunya. Para poder acogerse a los fondos, ha presentado 27 proyectos. El acuerdo con el PSOE se basaba en la cogobernanza, es decir, poder ser no sólo un espectador, sino tener capacidad de incidencia.

Torra, Giró y los espacios multilaterales

Precisamente este miércoles, el conseller de Economía, Jaume Giró, sí que ha participado de un foro multilateral con el resto de CC.AA, el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Hacía cinco años que ningún conseller catalán asistía a la cita. El argumento que Giró aportó al resto de compañeros de su gobierno para justificar su presencia a la cumbre económica es que se debate sobre la revisión del objetivo de déficit que tendrán que cumplir las autonomías, y que afectará directamente a la elaboración de los presupuestos para el año que viene que ya está trabajando su departamento.

Del mismo modo, en anteriores ediciones de conferencias de presidentes, Quim Torra había optado por aceptar la invitación de Pedro Sánchez. Fue durante los meses más duros de la pandemia, por videoconferencia y con la covid-19 como único punto indiscutible.

En la imagen principal, el president Aragonès a la reunión del consejo ejecutivo. / J. Bedmar